Tubo de ensayo / Rene Delios

Y resulta que los diputados de los ocho partidos representados en San Lázaro, pidieron a los ciudadanos de Estados Unidos, no votar por Donald Trump y su propuesta de odio, xenofia y racismo.
¡Orale!
Mejor que le pidan al gobierno mexicano que ya suelte los presupuestos porque en las entidades las cosas están ojo de hormiga.
¿Qué con esos pronunciamientos?
La verdad solo provocan marqueting para el susodicho, que obviamente usa el tema para atraer adeptos o simpatizantes a la no presencia de latinos en ese país, que no son pocos, esa es la verdad y lo debe de observar su equipo de logística. Porque muy aparte de las iras acumuladas, se trta de un hombre exitoso para los norteamericanos, el ejemplo es del «sueño americano» del triunfador.
No creo que Trump éste procupado porque que durante los próximos días se presente una posición formal frente a los pronunciamientos denigrantes y violentos del precandidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos.
Para mí ni las va a contestar o tomar en cuenta.
Estados Unidos desde su origen y riqueza pluricultural –porque la tiene- parten de la idea de la inclusión de las minorías y de la importancia de la colaboración internacional, otros alientan el encono, la xenofobia, el odio, la intransigencia y la ignorante denostación, ciertamente, pero respetan esas posiciones porque allá sí ponderan la democracia y respetan con todo, sus resultados.
Se considera además que las diatribas de Trump caminan en sentido contrario de la historia construida entre México y EU, que no han sido nada cordiales en realidad, por lo que eso de que los ciudadanos de ese país «opten por refrendar su tradición democrática donde se aprecien los valores del respeto a los derechos humanos y las libertades como lo han venido haciendo, y por las que tanto lucharon George Washington y Abraham Lincoln».
O sea, que no voten por Trump.
Me queda claro que de esto que se dice en las cámaras mexicanas federales, no se van a enterar los gringos, y no creo tampoco que sea del interés de las cadenas televisivas de la noche; la otra es que si un país ha violado los derechos humanos en aras de intereses es precisamente Estados Unidos.
La historia reciente en América, en Medio Oriente lo testifican, letalmente.
La última es que al parecer las cámaras mexicanas o los que critican a Trump, parecen estar con Hillary Clinton, y la verdad eso no la beneficia en nada. Tan es así que no volteó a ver esas posiciones y ni se refirió a ellas.
La señora en el fondo de los asuntos negros de su país que alguna vez conoció de cerca, no es muy diferente a Trump.