Tubo de ensayo / Rene Delios

Al menos 108 alcaldes fueron los observados por no entregar las cuentas o gastos o inversiones al tiempo que reclama el congreso estatal.
Esa no es la novedad; lo es que contando ya con tecnología, aun los alcaldes pequen de lo mismo desde el siglo pasado.
¿Cómo que ya basta o al menos que eso, sea políticamente rentable para el lucimiento de la legisladora de hacienda o el congreso mismo?
La cosa es que de siempre se anuncia que hay morosos y después, nada.
En tiempos en que se cuestiona a gobernadores corruptos, en que la sociedad no cree en la clase política, ni en los que se esfuerzan inútilmente por parecer impolutos, se habla de alcaldes irresponsables –porque lo son- que no entregan cuentas claras a tiempo y la base social se pregunta ¿Y luego?
Eso de recomendarles, de multarlos, de restarles recursos, no es ya suficiente.
Sucede en la federación, en los estados –es evidente- y en los municipios.
Por todas partes desvían recursos, se lo roban.
Y los que pagamos eso, todavía tenemos que esperar que, a los que les pagamos para que hagan valer la ley, se demoren y dilaten las cosas como sucede con los gobernadores hoy prófugos a los que pudieron, en su momento, detener y meter a la cárcel.
Tenemos hoy 108 alcaldes que se demoraron en aclarar en que gastaron el dinero; puede ser falta de documentación, y otros tantos pretextos.
Pero si un señor munícipe o señora alcaldesa se demora de siempre, debe entrar en observación, se está gastando el dinero del pueblo y puede que mal, y a su beneficio.
Pero de esto ya se ha hablado mucho, cada año, cada trienio, y no se hace nada. No cambia nada; se siguen robando el dinero.
¿Pero cuánto será entre todos?
Es decir, solo dicen 108 alcaldes amonestados pero ¿Por cuánto?
No tenemos ni idea de cuánto se le da a los munícipes en total al mes; cuánto es para cada rubro, cuanto es la captación municipal propia promedio.
Menos los gastos estatales mensuales.
¿A quién le rinde cuentas un mandatario estatal?
Debería ser a sus gobernados, cada mes, si de transparencia se habla.
Pero la verdad solo se habla.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *