El historiador Ramos Maza reveló que el patrimonio tuxtleco late en su arquitectura brutalista, danzas zoques y platillos rituales como el Sispolá
Noé Juan Farrera Garzón / Aquínoticias
Entre el concreto del Polyforum y las casonas porfirianas que resisten al tiempo, Roberto Ramos Maza desentrañó en el Museo del Café las capas ocultas de identidad que convierten a Tuxtla en un palimpsesto cultural.
Arquitectura: el diálogo de los siglos
- Herencia decimonónica: Casas de muros de adobe y techos de teja atrapadas entre edificios modernos
- Brutalismo chiapaneco: El Polyforum (1974) como ícono de la modernidad urbana
- Firmas creativas: Obras de Francisco Damico que fusionan funcionalidad y estética
«La Fuente del Magueyito no es solo una escultura:
es un códice zoque en piedra»
— Roberto Ramos Maza
Símbolos urbanos que educan
- La Diana: Réplica que marcó la entrada de Tuxtla al México urbano de los 50
- Monumento a la Federación: Piedra angular de la memoria política chiapaneca
- Mercado José Castillo Tielemans: Modernismo art déco en riesgo de desaparecer
El patrimonio que se baila y se come
- Joyonaqué: Danza ritual donde hombres-pájaro reviven mitos zoques
- Sispolá con canané: Banquete ceremonial de frijol molido con carne de res
- Somé: Altares florales que unen cosmovisión indígena y catolicismo
Con información de Primer Plano Magazine