Tuxtlecos, con el agua negra hasta el cuello

Las obras en el boulevar no sólo presentan considerables atrasos sino que son focos de infección

Bernardino Toscano/Mural Chiapas

[dropcap]H[/dropcap]abitantes de la zona 5 de mayo hicieron un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para atender la problemática de salud pública que provoca verter aguas negras en pleno boulevard «Ángel Albino Corzo» por los trabajos que constructoras hacen en ese lugar desde hace 7 meses y que empiezan a dañar la salud de los habitantes sin que las autoridades quieran tomar cartas en el asunto.
Desde hace 7 meses los trabajos iniciaron sobre ese boulevard y sobre la parte sur de las calles 13, 14 y 15 oriente; en tanto en el boulevard «Dr. Belisario Domínguez» y la quinta avenida norte poniente se iniciaron hace apenas unos tres meses siendo esta la parte comercial de la capital, sin embargo en estas últimas ya casi concluyeron.
Los trabajos realizados al lado oriente a espaldas del Centro Cultural Jaime Sabines Gutiérrez no solo han provocado congestionamiento vial, sino también problemas de salud, perdidas en los negocios de la zona e inconformidad entre los afectados, sin que esto sea motivo para que las autoridades obliguen a las constructoras a agilizar los trabajos de las obras y concluirla lo más pronto posible.
Por el contrario, tanto el titular del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA), Alfredo Araujo Esquinca, como el titular de la Secretaría de Infraestructura (SINFRA), Bayardo Robles Riqué, se han deslindado de la obra, el primero diciendo que sólo le corresponde hacer y verificar lo que es tubería de aguas negras y agua potable, el segundo que es una obra contratada por el ayuntamiento capitalino y este último, ni sus luces.
Lo cierto es que desde hace meses la empresa constructora que tiene a cargo la pavimentación del Boulevard a la altura de la 13 calle oriente, taponeó el drenaje que ahora se encuentra brotando sobre el boulevard y se riega desde ese lugar hasta el río Sabinal pasando por unas 20 cuadras de la zona y afectando casas, escuelas y negocios que se ubican a su paso.
En tanto que la obra de la desconocida constructora el propio encargado la protege con costales llenos de tierra para que el agua de drenaje no se corra hacia esta, porque ellos mismos no soportan los fétidos olores de agua de desecho que los demás vecinos tiene que soportar, principalmente en los días soleados.
La única persona que se hizo presente al final de la semana pasado fue la diputada local perredista Alejandra Soriano Ruiz, quien constató la situación en la que viven unos 2 mil vecinos que han sido ignorados por las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Ante tal situación la legisladora local exigió a las autoridades municipales y del estado atender con prontitud la demanda y evitar que los daños colaterales de las obras sean lamentables, «no estamos en contra de las obras, sino de lo mal organizadas que están y la poca atención de le han puesto», reafirmó.
(muralchiapas.com)

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