Cada 6 de febrero, el mundo alza la voz contra una práctica que afecta a millones de mujeres y niñas: la mutilación genital femenina (MGF). Este día busca concientizar, educar y erradicar esta violación de derechos humanos que deja secuelas físicas, psicológicas y sociales irreparables
Aquínoticias Staff
El 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF), una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para visibilizar y combatir una práctica que afecta a más de 200 millones de mujeres y niñas en 30 países, según datos de UNICEF. La MGF, que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por razones no médicas, es reconocida internacionalmente como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres.
Aunque esta práctica está concentrada principalmente en África, Oriente Medio y Asia, también se reportan casos en Europa, América y otras regiones debido a la migración. La MGF no tiene beneficios para la salud; por el contrario, provoca hemorragias, infecciones, complicaciones en el parto, infertilidad y traumas psicológicos que perduran toda la vida. Además, refuerza desigualdades de género y perpetúa ciclos de discriminación y violencia.
La lucha contra la MGF requiere un enfoque multidimensional que involucre a gobiernos, organizaciones civiles, líderes comunitarios y sobrevivientes. La educación es una herramienta fundamental para cambiar percepciones culturales y sociales que justifican esta práctica. En muchos casos, la MGF se realiza bajo la creencia errónea de que garantiza el honor familiar, la pureza o las posibilidades de matrimonio de las niñas.
Organizaciones como la ONU, UNICEF y ONG locales trabajan en programas de sensibilización que involucran a hombres, mujeres y líderes religiosos para desmitificar estas creencias. Además, se promueven leyes que prohíben la MGF y se brinda apoyo médico y psicológico a las sobrevivientes. En países como Kenia, Egipto y Senegal, estas iniciativas han logrado reducir significativamente la prevalencia de la MGF en las últimas décadas.
Detrás de las estadísticas hay historias de valentía y resiliencia. Mujeres como Ayaan Hirsi Ali, activista somalí y sobreviviente de MGF, han alzado su voz para denunciar esta práctica y empoderar a otras mujeres. “La mutilación genital femenina no es cultura, es tortura”, afirma Hirsi Ali, quien ha dedicado su vida a luchar por los derechos de las mujeres y las niñas.
En comunidades rurales, mujeres líderes están trabajando para crear redes de apoyo y alternativas a los rituales de iniciación que no impliquen violencia. Por ejemplo, en Tanzania, el programa “Alternative Rites of Passage” ofrece ceremonias que celebran la transición a la adultez sin mutilación, promoviendo la educación y el empoderamiento de las niñas.
Aunque se han logrado avances significativos, aún queda mucho por hacer. Se estima que, si no se acelera el ritmo de cambio, 68 millones de niñas podrían ser sometidas a la MGF para 2030. Por ello, el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina es un recordatorio de que la lucha continúa.
Este día nos invita a reflexionar, educarnos y actuar. Desde apoyar organizaciones que trabajan en el terreno hasta difundir información en nuestras comunidades, todos podemos contribuir a erradicar esta práctica y garantizar que las niñas del futuro crezcan libres de violencia y con pleno acceso a sus derechos.