Te presentamos los pasos para tenerlo. Mejora tu salud emocional
Lucero Natarén / Aquínoticias
Hoy aprenderás a hacer tu primer huerto urbano, pero también sobre los beneficios de este que van más allá de tener fruta y/o verdura fresca, además de adquirir bienestar emocional. Así mismo, se contribuye al cuidado del medio ambiente.
Empieza con seleccionar el espacio, el cual debe ser ventilado y con sol; investiga qué fruta o verdura se adapta más a tu hogar, y prepara la tierra, asegurándote que tenga los nutrientes necesarios.
A continuación, prepara las semillas (germínalas y trasplántalas en el lugar donde crecerán); cuida tus plantas, regándolas y no exponiéndolas demasiado al sol; al tener frutos, córtalos, pero conserva la raíz para continuar el ciclo.
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Si deseas obtener más consejos para el cuidado de tu huerto visita: Cómo tener un huerto en casa. También puedes visitar Ten plantitas sin plagas ni enfermedades para tener consejos sobre repelentes naturales.
Con respecto a la salud mental, de acuerdo con la terapeuta hortícola, Inma Peña Fuciños, de la página especializada medicina lliure, los beneficios al poseer un huerto en el hogar son los siguientes:
La actividad al aire libre aumenta los niveles de endorfinas, las cuales producen efectos positivos en el estado de ánimo, perfectos para cualquier persona, pero aún más para las personas con problemas de depresión.
Al cuidar las plantas, las personas se desconectan de pensamientos negativos y se concentran en regar, podar, sembrar y brindar otras acciones para las plantitas, lo cual resulta placentero.
Cuidar los cultivos puede ser una actividad que se puede realizar en soledad o en compañía de la familia, lo que permite tener momentos de soledad, pero también de socialización con otras personas.
Dedicar unas horas semanales al cuidado del huerto o jardín enseña a las personas con depresión a organizar los horarios. Esto resulta positivo porque con el tiempo se aprende a priorizar lo más necesario, dejando de sobre pensar las cosas.
Por otro lado, es bueno saber que los jardines o huertos sirven como sitios de alimentación para polinizadores (abejas, mariposas, entre otros), reduce la contaminación atmosférica, y ayuda a valorar el trabajo de los agricultores.