Conoce Otaja, una empresa creada por médicas veterinarias enamoradas de Chiapas que buscan fomentar una producción más sustentable y con bienestar animal
Lucero Natarén / Aquínoticias
En entrevista, la médica veterinaria zootecnista Consuelo Ramírez León cuenta su historia de emprendimiento que la llevó hacer lo que más amaba al tiempo de lograr consolidar una empresa que se basa en la producción sustentable y el bienestar animal.
Hace 19 años la médica Consuelo Ramírez León, originaria de Guanajuato, llegó a Chiapas por cuestiones de trabajo. Dedicándose en ese entonces a la producción y desarrollo de cerdos.
Esta tierra de riqueza natural fascinó de inmediato a la doctora, pues nunca había visto frondosos árboles de mangos ni frutos tan baratos, pues en su natal Guanajuato son bastantes costosos. Recuerda que uno de sus pasatiempos era pasear con su perro sordo en las orillas de un río local. Aquí decidió echar raíces y formar una familia, tras conocer a su esposo, también médico veterinario, consolidándose como profesional.
Tras concluir un contrato de trabajo con una empresa internacional, la veterinaria decidió emprender y cumplir su meta de tener un negocio propio, fue así que tras tejer por un año un proyecto personal, creó Otaja en el 2018.
El nombre Otaja vino de la inspiración de una de sus mentoras cuando vivía un momento de desarrollo espiritual, quien había vivido 13 años en África. Ella le compartió la pasión por esa nación y por sus tribus. De ahí surgió la inspiración. La palabra Otaja fue elegida porque significa emprender y por reflejar el propósito de su nuevo proyecto: enseñar que los sueños pueden cumplirse.
Otaja, insumos para la producción y bienestar animal, se especializa en productos de nutrición animal de diferentes especies (bovinos, ovinos, porcinos, aves de corral, aves de ornato y fauna silvestre). Cuenta con un grupo de nutriólogos que se encargan de una de las dos partes en la que se divide la alimentación: la micro, es decir, lo que tiene que ver con aminoácidos, vitaminas, minerales, aditivos y energía, mientras que la otra parte, la macro, que tiene que ver con maíz, soya, cebada y todos los volúmenes grandes, se encargan otros productores.
Uno de los ejes de Otaja es enseñar a los productores la importancia de la sanidad, el cuidado animal, la vacunación, el manejo, el servir mejor lo alimentos, el bienestar animal y la mejora genética. «Al tener mejores resultados en la producción y desarrollo de los animales, hay mayores ganancias, beneficiándose el campo, resultando en productos de mejor calidad que llegan a la mesa de los consumidores», describe la médica.
Con respecto a esto, la experta muestra su preocupación: «Además de la calidad, promovemos que el campo siga vivo, que no muera, pues las nuevas generaciones se están yendo. La única forma de «enamorarlos» es que sepan que el campo aún es redituable, incluso manteniendo un contexto de bienestar animal».
Otro de los ejes de Otaja es el bienestar animal que se cumple con el uso de saborizantes naturales para complacer los paladares de los animales. Por otro lado, en lo que se refiere al maltrato animal, Ramírez León considera que este no ocurre, por ejemplo, en el uso de jaulas, siempre y cuando estas tengan las medidas idóneas, sino cuando los animales carecen de comida o le es dada comida descompuesta, se les niega el agua, no están protegidos de las inclemencias o son sometidos a temperaturas extremas. «Bienestar animal es tener alimentos balanceados, limpieza, temperaturas adecuadas».
Además de sus ejes, Otaja sirve como plataforma de enlace entre los clientes y los productores.. Uno de sus referentes es un artesano de quesos de La Concordia, quién se destaca por su alto control de calidad y limpieza, pues no utiliza polinasa ni antibióticos en sus animales, por lo que la leche que se utiliza para los quesos es muy buena. En el caso de la carne, Otaja vigila que los productores no usen clembuterol.
«No son necesarias las hormonas, donde existen balances en los aminoácidos y vitaminas, los animales se desarrollan mejor».
Otaja, además de promover la producción de calidad, destaca la importancia de las mujeres en la producción agropecuaria, pues son comprometidas, sean productoras acuícolas, avícolas, o de ovinocultura.
«El reto de las mujeres es dar el doble de esfuerzo, una para ser aceptadas y otra para demostrar que son capaces. Una vez ganado su lugar, son admiradas, respetadas y sobre todo cuidadas».
Cabe destacar que Otaja es dirigida por la médica Ramírez León, apoyada en la parte de los bovinos por la médica Lourdes Merino, originaria de la Ciudad de México, quienes dicen estar agradecidas con este estado que las ha cobijado. Dar todo su conocimiento y experiencia es su pago por la hospitalidad.
La labor de Otaja se extiende a Comitán, Cintalapa, Buenavista, en Villaflores y se está trabajando brindar cobertura en Tabasco.
Para las y los productores que deseen mejorar su producción con bienestar animal pueden comunicarse a través de la página de Facebook (@insumosotaja).