Los estafadores van por algo más valioso que el dinero, los datos personales, alerta la ONU
Lucero Natarén / Aquínoticias
Los estafadores han encontrado una doble oportunidad en la necesidad de las personas por hacerse de una vacuna contra el COVID-19, este fraude ocurre a través de la venta de fármacos en páginas en internet, sin embargo, las personas no dimensionan el riesgo de salud que implica inyectarse medicamentos de dudosa procedencia, advirtió el experto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Neil Walsh a la Agencia EFE.
La lenta distribución de las inmunizaciones en diversas regiones del mundo ha abierto un mercado ilegal, mismo que vende vacunas falsas etiquetadas por las «populares» farmacéuticas, con precios que van desde los 120 hasta los mil dólares, aseguró la ONU.
En caso de que se reciban estos productos, el especialista señaló que es muy probable que contengan material toxico y nocivo para la salud, pues los estafadores solo buscan una manera fácil de ganar dinero sin importarles los riesgos que puedan ocasionar en quien compre y consuma estos productos.
«En el mejor de los casos será un placebo y en el peor puede tener elementos químicos perjudiciales», afirmó Walsh.
Agregó que en el improbable caso fueran vacunas auténticas, por las condiciones de su obtención (robo), seguramente no se habrán mantenido con las condiciones sanitarias necesarias -como la cadena de frío-, por lo que serían obsoletas y comprarlas no garantizará una inmunización correcta.
Por otro lado, además del engaño perpetrado y su consecuente ganancia monetaria, los estafadores pueden acceder a algo más valioso: los datos personas de los compradores, indicó.
«Uno de los productos más fáciles de vender en el mundo cibercriminal son los datos personales. Si alguien tiene tu correo electrónico, nombre, fecha de nacimiento, dirección y número de teléfono, todos esos datos juntos son muy útiles para delincuentes que buscan suplantar tu identidad», explicó.
Ante esta situación el especialista no aconseja la compra de vacunas por internet, además sugirió utilizar el sentido común. «Si incluso los gobiernos no han podido acceder a las vacunas o comprarlas, ¿Cómo es posible que yo encuentre una en una web?».
