Venta de niñas debe considerarse un tema urgente en agenda del gobierno, afirma experta

La práctica de «venta de niñas» debe de dejar de  ser normalizada en todo México porque aumenta el riesgo de que sean víctimas de trata de personas, renta de vientres de alquiler, explotación sexual, y promueve la visión que su cuerpo es una «mercancía»

Aline Espinosa Gutiérrez / Cimac Noticias 

Ciudad de México. Es necesario que la práctica de «venta de niñas» deje ser normalizada en todo México porque aumenta el riesgo de que sean víctimas de trata de personas, renta de vientres de alquiler, explotación sexual, y promueve la visión que su cuerpo es una «mercancía», lo que repercute en que no puedan ejercer sus Derechos Humanos, tener un desarrollo personal, autonomía económica o oportunidades laborales, reflexionó la directora del Observatorio Ciudadano de Violencia hacia las mujeres en Guerrero, Viridiana Gutiérrez Otelo.

Al participar en el programa de radio «Análisis Feminista» de Radio Violeta, Gutiérrez Otelo detalló que la «venta de niñas» no es una problemática que sólo suceda en Guerrero, sino que lamentablemente ocurre en todas las esferas sociales y lugares, por ello es importante que sea considerada en la agenda del gobierno y atacarse de manera eficaz, pues la «venta de la menor» es sólo el inicio de una cadena de violencia a la que se va enfrentar de por vida, que puede ir desde la esclavitud hasta el no poder decidir por ellas mismas.

«Hemos visto muchos discursos oficiales que la esclavitud y la discriminación ha disminuido, pero me parece que están más presentes que nunca. Recuerdo que mi abuela fue pedida a ojo, es decir, le gustas a esta persona sin importar su edad y hace un acuerdo con tu familia. Los usos y costumbres se han manipulado para violar Derechos Humanos, pues de quienes estamos en mayor desventaja por supuesto, que somos las mujeres y las niñas», señaló Gutiérrez Otelo.

En su opinión, las declaraciones recientes del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no son completamente correctas porque la «venta de niñas» debería ser considerado un tema vital en la generación de políticas públicas y que los usos y costumbres no deberían transgredir los derechos de las mujeres ni de las menores de edad.

Asimismo, la conductora del programa «Análisis Feminista» y directora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), la periodista Lucía Lagunes Huerta enfatizó que 1994 en el marco del levantamiento zapatista en Chiapas, cuando se da a conocer la «Ley Revolucionario de las Mujeres Indígenas», se estipula que los usos y costumbres que se mantengan no pueden ir en contra de los derechos de las mujeres y que ellas tienen el derecho a elegir con quien contraer matrimonio.

Cabe recordar que el pasado 26 de octubre, López Obrador aseguró durante su «Mañanera» que «el tema de la venta de niñas en regiones de Guerrero no es un problema general para el estado y es una excepción». Además justificó que esta problemática no estuvo en la agenda de su gira en Guerrero debido a que «es que estoy atendiendo lo general, lo que estoy atendiendo es fortalecer lo comunitario, el que se reconozca la importancia de los pueblos indígenas».

Después de lo sucedido, el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, declaró en medios de comunicación locales que el «matrimonio infantil» en Guerrero es una práctica que se ha convertido en abusos contra las menores de edad que son opacos bajo «costumbres» en una entidad que cuenta con dos Alertas de Violencia de Género, una por feminicidio para ocho municipios en 2017 y otra por agravio comparado contra los derechos de las mujeres en 2020.

Ante este panorama, Gutiérrez Otelo expresó que en la «venta de niñas» están relacionadas autoridades y negocian con los gobiernos para que esta prevalezca, por ello consideró que un primer paso hacia una solución sería que el presidente de México fuera firme en que esta práctica y la trata de mujeres y niñas sean eliminadas en todo el país.

Para ella es urgente un cambio cultural sobre esto para entender que «este uso y costumbre» agudiza las violencias contra ellas, y dar mayor importancia y espacio a la voz de las indígenas. De acuerdo con la organización internacional «Save The Children», las menores de edad de entre 12 y 17 años que están casadas tienen al menos un hijo y había alrededor de 75 mil 466 adolescente casadas en 2015.

Asimismo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNICEF) estimó que una de cada cuatro niñas que se casaban siendo niñas hace 10 años continúa en ese matrimonio. Dijo que esta práctica que es generalizada, busca erradicarse para 2030, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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