Violencia opaca belleza turística de Chiapas

De acuerdo con los operadores de tours, las reservaciones han disminuido del 30 al 50%. Sismondi Esparza Flores, presidente de la Asociación de Turismo de Reuniones, atribuye este descenso a la creciente inseguridad en regiones clave como la Sierra Fronteriza y los Altos

Aquínoticias Staff

En medio de la exuberante naturaleza y la rica cultura de Chiapas, una sombra de violencia amenaza con opacar su atractivo turístico. Este verano, los operadores de tours han reportado una preocupante disminución del 30 al 50% en las reservaciones, comparado con el mismo periodo del año pasado. Sismondi Esparza Flores, presidente de la Asociación de Turismo de Reuniones, atribuye este descenso a la creciente inseguridad en regiones clave como la Sierra Fronteriza y los Altos de Chiapas.

A pesar de los esfuerzos incansables en promoción turística, la realidad de los hechos ha sido ineludible. Los turistas, cautelosos ante la inestabilidad, han optado por destinos alternativos o cancelado sus viajes. «Los temas de seguridad nos han afectado mucho. Hay un descenso en reservaciones comparado con el verano del 2023», comentó Esparza Flores en una entrevista para El Heraldo de Chiapas.

Este patrón de cancelaciones y reacciones de los turistas no es nuevo. Durante la Semana Santa pasada, un incidente violento en la carretera Tuxtla-Ocozocoautla provocó un éxodo similar de visitantes. Este verano, las secuelas de la violencia nuevamente siembran el temor, afectando profundamente al sector turístico.

En el transcurso del año, varios eventos han exacerbado la percepción de inseguridad. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas documenta cómo, en enero, alrededor de 2,300 personas fueron desplazadas en los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia, refugiándose en Tzimol y Comitán tras enfrentamientos entre grupos armados. Los hechos violentos continuaron en junio en Tila, donde un grupo armado provocó la destrucción de viviendas y vehículos, y la muerte de tres personas, desplazando a más de 4,300 residentes.

Más recientemente, 600 personas de Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero huyeron a Guatemala, escapando de la violencia y el reclutamiento forzado de jóvenes por el crimen organizado, así como de ataques con drones.

A pesar de este panorama desolador, la Asociación de Turismo de Reuniones no se rinde. Esparza Flores menciona que se están realizando campañas para destacar destinos turísticos en Chiapas que se encuentran fuera de las zonas conflictivas, con la esperanza de recuperar el flujo de visitantes. La expectativa es que las semanas restantes de las vacaciones de verano puedan ver un repunte, logrando al menos igualar los números del año anterior.

El llamado de Esparza Flores es claro: la próxima administración debe abordar de manera efectiva los problemas de seguridad para evitar los errores del actual gobierno. La omisión y falta de acción no solo afectan a las comunidades locales, sino que también dañan la imagen de Chiapas como un destino seguro y atractivo.

Mientras tanto, el turismo en Chiapas sigue luchando por encontrar un equilibrio entre la promoción de su riqueza natural y cultural y la realidad de los desafíos de seguridad. La esperanza es que, con una gestión adecuada y una colaboración efectiva, se pueda asegurar un futuro más brillante y seguro para el estado y sus visitantes.

Con información de El Heraldo de Chiapas

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