Conoce cómo obtener de manera natural estos micronutrimentos que sirven para que el cuerpo funcione bien y no caigas en excesos
Lucero Natarén / Aquínoticias
Los micronutrimentos, como las vitaminas y minerales, son indispensables para el correcto funcionamiento del cuerpo, de ahí radica la importancia de su ingesta, sin embargo, es mejor adquirirlos de manera natural o a través de suplementos, supervisados por un médico, de lo contrario se corre el riesgo de ser contraproducente, advierte la Secretaría de Salud federal (Ssa).
Las vitaminas A, C, D, E, K, B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (Ácido pantoténico), B7 (biotina), B6, B12 (cianocobalamina) y folato (ácido fólico y B9), están relacionadas al funcionamiento celular, al crecimiento y el desarrollo normal, además de fortalecer el sistema inmune. Se pueden encontrar en: las fresas, naranjas, mandarinas, guayabas, limones, manzanas, papayas, piñas, plátanos, zarzamoras, frutos rojos, kiwis, entre otras frutas.
En verduras como: acelga, apio, brócoli, chayote, chícharo, chilacas, chile jalapeño, cilantro, ejotes, espinaca, jitomate, tomate, lechuga, nopal, pepino, pimientos, rábano, zanahoria, y más. También en alimentos de origen animal (pollo, pescado, carne de res, charales, huevo, sardinas, entre otros).
En lácteos como el yogurt natural, la leche descremada, jocoque, queso cottage, fresco, de cabra, Cotija, requesón, entre otros. Además de ácidos grasos esenciales como el aceite de oliva, de aguacate, de coco, aceitunas, ajonjolí, almendra, cacahuate, nuez, pepita, pistache, coco, semillas de girasol y de más.
Por otro lado, los minerales (calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro, azufre, hierro, manganeso, cobre, yodo, cinc, cobalto, flúor y selenio) son esenciales para mantener saludables huesos, corazón y cerebro; estos se encuentran en cereales (trigo, arroz, avena, cebada, entre otros), tubérculos (camote, papa, tapioca, betabel, entre otros), frutas (fresa, manzana, uva, ciruela, entre otras), legumbres (frijoles, garbanzos, habas, lentejas, chícharos, entre otras).
Además, en verduras como las hortalizas cultivadas cerca del mar, las algas, verduras de hoja verde, entre otras, en ácidos grasos esenciales (almendras, nueces de Brasil, semillas de girasol, entre otros), lácteos (yogurt natural, leche descremada, mantequilla, queso, requesón, entre otros) y alimentos de origen animal (sardinas enlatadas con sus huesos blandos, huevo, carne de res, pescado, pollo, hígado, entre otros).
A parte de la natural, existe otra forma de adquirir vitaminas, los suplementos vitamínicos y aunque igual de benéficos, sin una adecuada supervisión, se puede generar excesos de vitaminas como la A, D, E y K, situación conocida como hipervitaminosis, señala la Ssa.
En el caso del exceso de la A pueden presentarse alteraciones de la piel, caída del cabello, debilidad, vómitos y en casos extremos, trastornos hepáticos; la vitamina D puede provocar depósitos de calcio en tejidos blandos, daño renal y/o cardiovascular, estreñimiento, disminución de apetito, vómitos, fatiga y/o deshidratación, por ello la importancia de consumir todo tipo de suplementos bajo supervisión del médico.