Las personas de diversos municipios de Chiapas parecieran olvidar o no saber que estos reptiles se encuentran en peligro de extinción. Su venta es promovida hasta entre los menores de edad, quienes las cazan por el afán de hacerse de unas monedas
Lucero Natarén / Aquínoticias
Según reportes, en Chiapas persiste la venta y consumo de iguanas de manera ilegal. Hay comunidades rurales en donde se dedican a la venta y exportación de estas especies -como si fuese «una fruta»- a la orilla de la carretera o en las playas.
Pese a que en la entidad existen Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), estas no han sido suficientes para que se detenga las prácticas de consumo y venta de especies.
Desde el 2015, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dejó de financiar más de 100 UMAS en Chiapas, por falta de técnicos capacitados y por cuestiones de mal manejo, según el entonces gerente de la UMA San Joaquín, Romeo Ruiz Albores.
En comunidades costeras como las del municipio de Tonalá, existen habitantes que recurren a vender iguanas a turistas, quienes las compran para usarlas de mascotas, mientras que hay quienes las compran para consumo humano. «Compramos las iguanas porque las hacemos tamales y las vendemos en Puerto Arista, la gente pregunta por ellas, y es una buena ganancia», confirmó la comerciante María «N».
De acuerdo con testimonios de las autoridades, existen padres que enseñan a sus hijos a cazar iguanas como actividad económica. «Niños van a ofrecerlas a las casas, lo malo es que por ser inexpertos atrapan a especímenes no desarrollados que no proporcionarán carne suficiente al consumidor. Todo con el afán de hacerse de unas monedas», expresó Martín «N», comisario ejidal de la colonia 20 de noviembre.
Según Juan Celis, encargado del iguanario del Foro Ecológico Juchiteco, la iguana se encuentra catalogada en México como especie en peligro de extinción gracias a la destrucción de su hábitat y a la caza y el consumo desmedido.