Expresa INEGI crisis del poder adquisitivo / Hector Estrada

La falta de poder adquisitivo en las familias chiapanecas se ha hecho aún más evidente en las recientes cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que nuevamente han dejado en claro la crisis económica que atraviesan varios de los sectores económicos del país, y en particular del sureste mexicano.
Aunque es una problemática palpable a la hora de hacer la despensa semanal o comprar los insumos básicos en los distintos establecimientos comerciales de la entidad, ésta vez el INEGI le ha puesto cifras y números precisos a la situación económica actual.
De acuerdo al reporte de dicho organismo federal, durante el último trimestre del 2014 los ingresos comerciales o consumo en tiendas minoristas en Chiapas se desplomó en más de un 11 por ciento; contrario a la tendencia nacional que registró un raquítico incremento del 1.9 por ciento.
Es decir, los ingresos por suministros de bienes y servicios de los establecimientos comerciales al por menor en Chiapas, que es el monto que obtuvo la empresa por todas aquellas actividades de producción, registraron una baja porcentual que pasó del -4.3 en septiembre al -15.7 por ciento en diciembre.
El INEGI señaló que durante gran parte del 2014 la entidad chiapaneca mantuvo una tendencia negativa en cuanto a los ingresos de este sector de la economía, estableciendo una permanente disminución en la derrama económica mensual que perciben estos comercios.
La situación parece una problemática a la que los comerciantes de Chiapas se han acostumbrado. Y es que, la baja en los ingresos no es cosa nueva. Durante todo el 2014 la entidad chiapaneca mantuvo una tendencia negativa en torno a las ventas comerciales que golpearon de manera modesta pero constante al sector.
Lamentablemente Chiapas, junto a otros estados del Sureste, es uno de los más contundentes ejemplos de la complicada situación económica que enfrenta el país. Aquí los datos no mienten. Expresan la situación que diariamente resienten miles de familias a las que la quincena ya no alcanza para comprar lo de antes.
Resulta obvio que las políticas económicas federales no están resultando o, por lo menos, aún no están teniendo los primeros efectos positivos que se reflejen de manera directa en los bolsillos de las familias chiapanecas.
Ojalá los siguientes reportes del INEGI pronto apunten resultados más positivos para el estado de Chiapas, donde hoy algo está sucediendo con el poder adquisitivo de la gran masa laboral en la entidad. Porque esta es una situación que apremia y exige proyectos que vayan más allá de programas alimentarios asistenciales.

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