Como ya se venía venir, los problemas en los ayuntamientos se están agudizando y esto se pone peor conforme se van acercando los días para concluir la administración.
En tanto los alcaldes están realizando su último informe de actividades, pues muchos saldrán a decir lo que quizá soñaron que harían pero que nunca concluyeron, vaya ni siquiera empezaron.
Para nadie es un secreto que en Tapachula, al exalcalde, ahora diputado federal, Samuel Chacón, no era bien visto en su municipio, por eso muchos se extrañan como «logró» ser legislador.
Pero bueno, al final salió y quedó en su lugar Venerando Díaz, un incondicional de Chacón, con el objetivo de «limpiar» el Ayuntamiento ante cualquier sospecha de lo que fuera.
Sin embargo, todo parece indicar que le quedó grande el traje y no ha sido capaz de nada de lo que le pidieron, pues como ya se sabe, para empezar dejará una deuda superior a los 357 millones de pesos a proveedores, arrendamiento de inmuebles, obras, entre otros.
Es más, ha tenido el atrevimiento el actual ayuntamiento que preside Venerando, de solicitar el apoyo para recursos extraordinarios que le permitan hacer frente a la situación.
De seguir esta situación lo más seguro es que terminen dejando fuertes problemas económicos al Ayuntamiento entrante, porque no habrá, ni para pagar los aguinaldos proporcionales, menos para los montos más fuertes.
Así que lo más seguro es que el nuevo alcalde encuentre un municipio a oscuras porque quizá les corten el fluido de energía eléctrica, y recibir los reclamos de los proveedores, del personal que exigirán se les cubra el adeudo, de lo ya entregado, de lo ya trabajado.
Están en cuenta regresiva, así que poco a poco irán brotando las inconformidades de los municipios, donde los alcaldes hicieron todo, menos gobernar bien por su pueblo.
Base de datos…-
Gran revuelo causó la reforma a la Ley Orgánica del Congreso del Estado, porque se cambió de 6 meses a un año el tiempo de permanencia de la presidencia de la Mesa Directiva, como sucede actualmente a nivel federal.
Mientras la presidencia de la Junta de Coordinación Política seguirá de un año, con la posibilidad de reelección a través de la mayoría absoluta.
Hay que recordar que anteriormente existía la Gran Comisión en lugar de la Junta, la cual era presidida los tres años por el partido mayoritario; pero en aras de la democracia se cambió la figura para poder darle «jugada» a los demás partidos.***
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