Mujeres ilustres de billete / Claudia Corichi

Foto: Shutterstock

Ha sido retirado de la circulación el billete de 200 pesos que, desde el inicio de los nuevos pesos en 1994, tenía la imagen de Sor Juana Inés de la Cruz, reconocida mujer mexicana que dedicó su vida al saber y a la poesía. Nuestros billetes llevan en sus diseños aspectos simbólicos de la sociedad mexicana que reflejan de forma tangible la cultura y la identidad nacional, en su uso cotidiano. Haber quitado la imagen de la décima musa, aunque sea por un momento, de los billetes 200 pesos, resta un espacio de representación para las mujeres.

No obstante que el Banco de México ha anunciado que probablemente el nuevo billete de 2,000 pesos tendrá la imagen de Rosario Castellanos, no se puede dejar de poner atención en el número de mujeres que se han incluido en los diseños de los billetes, sobre todo si nos comparamos con países como Australia, en el que mujeres y hombres ilustres comparten lados opuestos de cada billete.

En contraste, es importante reconocer el mérito de Banco de México por los crecientes números de efectividad que tienen los elementos de seguridad incluidos en la Familia G de la que ya conocíamos el billete azul de 500 pesos, con el fin de hacer cada vez más difícil la falsificación de billetes. De los datos del Banco de México se desprende que de enero a junio de 2019 ha habido reporte de 157,446 piezas falsificadas por técnica de imitación, de las cuales el 90.1% corresponde a impresión digital. También, según sus datos, sabemos que el billete que más se falsifica es el de 500 pesos, con casi la mitad del total, seguidos del de 200.

El papel moneda, para ser útil a la sociedad, debe tener ciertas características, tales como durabilidad, oferta estable, homogeneidad, divisibilidad y portabilidad. Debe ser una medida estándar de valor de cambio para expresar el precio de todas las mercancías, capaz de eliminar los inconvenientes del trueque para dar agilidad a los millones de transacciones que a diario realiza una sociedad moderna, que conserve su valor a fin de hacer ventajosas las transacciones a futuro, y permita que lo que no se gasta en el consumo pueda ser ahorrado.

En México, de acuerdo a la más reciente Encuesta Trimestral de Indicadores de Percepción del Público sobre Billetes (abril-junio 2019), el 79.3% de personas recuerda o conoce 2 o más elementos de seguridad y el 68.3% de las personas encuestadas dijo revisar sus billetes. Las medidas de seguridad implementadas en esta familia, según el Banco de México, hacen más sencillo para el usuario revisar su autenticidad, y mejoran su funcionalidad y durabilidad.

Tendremos que esperar al primer semestre del 2020 para ver a Hermelia Galindo y a Carmen Serdán en el billete nuevo de 1000 pesos. Por ahora, habrá que conservar en nuestra cartera un billete de 200 pesos de la admirada Sor Juana, pues con toda seguridad ese billete será considerado una pieza numismática de alto valor, no solo por su salida de circulación, sino por la creciente tendencia a disminuir las transacciones en efectivo frente a la proliferación de las herramientas digitales y a la emergencia de monedas electrónicas como el bitcoin que sirven de métodos alternativos de pago.

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