El empresariado chiapaneco solicitó al gobernador electo poner en marcha de nuevo el proyecto de ampliación de la carretera Tapachula-Talismán, el cual es considerado fundamental para el comercio y el turismo entre México y Guatemala
Aquínoticias Staff
Empresarios del sector privado han solicitado al gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, reactivar el proyecto de ampliación de la carretera Tapachula-Talismán, el cual lleva 17 años estancado. Esta vía, fundamental para el comercio y el turismo entre México y Guatemala, ha sido un foco de preocupación debido a su estado actual y los riesgos que representa para los usuarios.
Un proyecto paralizado por años
El proyecto de modernización de la carretera Tapachula-Talismán fue anunciado en 2007, durante el mandato del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, con una inversión inicial de 1,031 millones de pesos. La obra contemplaba la ampliación de la autopista a cuatro carriles en un tramo de 7.7 kilómetros y la modernización del ramal a Ciudad Hidalgo, que abarca 31.35 kilómetros.
A pesar de la importancia de este proyecto, ha enfrentado repetidos retrasos. Según fuentes locales, uno de los principales obstáculos ha sido la falta de consenso con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que ha impuesto restricciones debido a la presencia de sitios arqueológicos en la zona.
Urgencia económica y turística
Luis Fernando López Guillén, empresario del municipio de Cacahoatán, señaló que la situación actual de la carretera es un freno al desarrollo económico de la región, que depende del turismo y el comercio fronterizo. “Para ser un atractivo turístico seguro, las buenas condiciones de las carreteras deben ser prioridad para el gobierno”, afirmó López Guillén. Destacó que la carretera es una de las principales rutas para el ingreso de turistas guatemaltecos a Tapachula y otros municipios cercanos, pero su estado actual presenta peligros significativos.
Los datos reflejan un aumento en el tráfico vehicular en la zona. Según el empresario Miguel Reyes del Pino, lo que antes era un problema de fines de semana y temporadas vacacionales se ha convertido en una situación crítica a lo largo del año, debido al incremento constante en el número de vehículos, tanto privados como comerciales. “La carretera se ha convertido en peligrosa debido a la carga vehicular. Urge una ampliación”, sostuvo.
Impacto social y político
El estancamiento del proyecto no solo afecta al turismo, sino también a la vida cotidiana de los residentes y comerciantes de los municipios cercanos a la frontera con Guatemala. Reyes del Pino agregó que la carretera actual se ha transformado en un cuello de botella, con el agravante de que la expansión urbana ha superado la capacidad de la infraestructura existente. El crecimiento del parque vehicular, tanto público como privado, ha generado condiciones de riesgo para los conductores, con múltiples incidentes de tránsito reportados en la zona.
A nivel político, la presión sobre Ramírez Aguilar y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, va en aumento. Los sectores productivos fronterizos han manifestado su preocupación por el poco interés que han mostrado las administraciones anteriores en resolver este problema de infraestructura. La reactivación de la ampliación de la carretera se presenta como un paso clave para mejorar la seguridad vial y fomentar el desarrollo económico en esta región estratégica.
Un futuro en el aire
A pesar de las reiteradas propuestas, el proyecto sigue archivado. Los empresarios esperan que con la nueva administración estatal y federal se retomen las conversaciones y se priorice la modernización de la carretera Tapachula-Talismán. “Es un proyecto clave para la región”, concluyó López Guillén, quien subrayó que, de no solucionarse este problema, las pérdidas económicas y los riesgos para los conductores continuarán incrementando.
Con información de Diario del Sur