A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Justicia represiva

Si alguna posibilidad tuvo Ricardo Anaya en la elección presidencial de capitalizar el voto útil, se vino abajo cuando el gobierno de Peña Nieto inicio una investigación que hizo notoria. Toda una explicación detallada de triangulaciones financieras que le significaron un golpe letal a cualquier posibilidad de repuntar en preferencias.
Con eso se evidenció el pacto no confeso entre Amlo y Peña Nieto para facilitar su llegada al poder y garantizarle una holgada victoria. La votación final superó todas las encuestas hasta en 5%. Como seña de trato López Obrador se comprometió, desde la campaña, expresamente a no perseguir ni encarcelar al ex presidente. Anaya si se jugó esa carta, pero de nada le sirvió. Meses después la Procuraduría lo exoneró y tan tan, ese cuento se acabó. Se hizo sin duda un uso selectivo y discrecional en la aplicación de la ley con fines exclusivamente políticos.
No hay nada más deshonesto y antidemocrático que judicializar la política. Abusar del poder del estado para reprimir a los adversarios, para torcer voluntades, para hostilizar y someter. Lo estamos viendo día a día y ejemplos abundan. La justicia no es ciega. Lo vimos con Medina Mora al que se armó un gran escándalo diciendo que tenía una fortuna y cuentas millonarias. Lo que querían era su renuncia y ahí se acabó el asunto. Lo vimos con Alejandro Moreno el líder del PRI, del que la FGR abrió una investigación por 16 propiedades en Campeche y al que a cambio prácticamente han nulificado políticamente y nadie ve como opositor al gobierno. Con Romero Deschamps querían forzar su salida como líder del sindicato petrolero. Lo acusaron de poseer una cuantiosa fortuna. Renunció y desapareció. Y luego nada.
La UIF (Unidad de Inteligencia Financiera) a cargo de Santo Nieto, anuncia investigaciones y congela cuentas a discreción sin órdenes judiciales. No depende de la Fiscalía sino de la Secretaria de Hacienda. Pero ventila la información como si él fuera el Fiscal de la República. Se ha convertido en el sicario ejecutor de las persecuciones del régimen. Recien amedrentaron al expresidente Fox. Se investiga a sus hijos y ahora a Martha Sahagun. Lo hicieron para sepultar el activismo político del expresidente. Se puede o no estar de acuerdo con él, pero el hecho es que lo callaron, tuvo temor y ahora hasta elogios en redes sociales le hace a Amlo. Penoso, sí, pero nadie quisiera estar en sus zapatos viendo como se ha comportado.
El asunto no es si tienen cola que les pisen, sino que el trato es diferenciado. A Bartlett lo acusan de poseer 23 suntuosas propiedades. Se anuncia una investigación por parte de la Función Pública, pero nadie le congela las cuentas. No se observa el mismo proceder. Por él contrario se le ha otorgado una exoneración tan poco creíble que deja mucho que desear. Bartlett es el Big Fish de la impunidad. En otros casos en que se ha denunciado a funcionarios menores de la 4t ha pasado lo mismo. Nadie les ha congelado cuentas. Como decía Juárez, a los amigos, justicia y gracia, a los enemigos justicia a secas.
El caso más patético por evidente es el linchamiento mediático contra García Luna. El golpe es directo y a la yugular contra Felipe Calderón. Ni siquiera ha iniciado su proceso y menos dictado sentencia, pero la Santa Inquisición Morenista y sus fieles se van con todo contra el expresidente. Calderón se ha convertido, quizás sin desearlo, en el más visible líder opositor por las obstinadas críticas en contra de su gobierno al que culpan de todos los males del país. A falta también de otras voces como la del presidente del PAN, Marko Cortés que no permea en la opinión pública. Se trata de evitar a toda costa que forme el partido México Libre que sería una alternativa más para la ciudadanía. Es ruin porque en su momento nadie impidió a López Obrador que se formará Morena que hoy ni siquiera tiene un padrón confiable. ¿Cómo es que obtuvo su registro entonces? Lamentable que la oposición ande perdida y nadie denuncia quizás por temor el uso faccioso del poder para violentar la democracia. Hoy es contra unos, mañana contra cualquiera, incluidos los de casa.

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