A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Desencanto

Un apreciado seguidor de mi cuenta en Twitter me hizo el comentario del porqué de mi insistencia en los temas nacionales, particularmente mi persistente critica al presidente y su famosa 4T, no así respecto de lo que pasa en nuestro estado. He de responder con franqueza. Me preocupa lo que hace el presidente porque creo que hay errores en su estrategia que afectan indirectamente a Chiapas.
Nuestra dependencia del presupuesto federal es diametralmente opuesta a nuestros ingresos propios. Chiapas es ahora el 5to estado de la república que más recursos recibe y a la vez el que menos ingresos propios recauda. La gobernabilidad pende del hilo de la voluntad presidencial que nos ha dispensado los suficientes recursos que después del alzamiento armado del EZLN en 1994 nos hicieron llegar exponencialmente a través programas sociales y entre los municipios más pobres del estado.
Tras 25 años de programas asistenciales y una fuerte suma de recursos, se supone que abatiríamos las condiciones de pobreza extrema ya que entre sus reglas de operación el objetivo es la inclusión social. El programa prospera, por citar un ejemplo, llegó a acumular a un millón de beneficiarias. A pesar de ello y de acuerdo a los últimos indicadores del INEGI el estado sigue siendo el más pobre del país. De igual manera se destinaron importantes recursos para abatir problemas de infraestructura educativa y de salud. Mas de la mitad del gasto corriente se destina a esos dos sectores. Es decir, se emplea en salarios y operación de las dependencias.
Chiapas no es solamente el estado más pobre como ha confirmado el propio Secretario de Hacienda del gobierno federal, sino que ocupa los últimos lugares en Educación. Tener graves problemas de obesidad derivados de malos hábitos alimenticios como lo es el alto consumo de refrescos en el cual, ahí sí, somos líderes a nivel nacional. La diabetes mellitus es la principal causa de muerte y al paso que vamos no habrá dinero que alcance para atender esta enfermedad cuyo tratamiento es caro y prolongado.
El problema no es de ahora. Parece que el enorme caudal de recursos públicos en vez abatir el rezago ha producido un efecto contrario. La apuesta ahora con el gobierno sigue siendo la misma. Más programas sociales y más asistencialismo. Uno de sus consecuencias es la taza de crecimiento poblacional muy por encima de la media nacional. Es decir que la pobreza se multiplica. No existe una política de población. Para ser más precisos, no se cuenta con un diagnostico que permita soluciones a corto o mediano plazo. Ha habido iniciativas como la Marca Chiapas que ha permitido posicionar con valor agregado productos para el mercado. Pero falta mucho más para detonar inversiones que generen empleos productivos. No podemos seguir apostando a que el principal generador de empleos sea el gobierno. Tampoco a que sea el principal consumidor insumos en la cadena de proveeduría. De ser así seguiremos dependiendo para apenas sobrevivir de los apoyos federales.
Los estudios como el proyecto Chiapas 20-20 identificaron dos potenciales importantes tanto en el sector agrícola y el turístico. Es ahí a donde deben dirigirse esfuerzos y políticas institucionales. El gobierno del estado ha anunciado un plan carretero bastante prometedor para acortar la distancia a la costa y mejorar la vía que comunica con Palenque.
Este primer año ha sido de ajustes. Esperemos que la buena relación del presidente con Chiapas se traduzca en iniciativas que fortalezcan a las pequeñas y medianas empresas locales. Por lo pronto se están generando condiciones garantizando el estado de derecho para revertir las invasiones y el despojo de tierras. Pero hace falta mucho más. No sería mala idea emular el esfuerzo encomendado a Alfonso Romo, pero a nivel local. Escuchar a los sectores productivos y los sectores empresariales. Miles de jóvenes se gradúan de nuestras universidades y sus expectativas no pueden reducirse a la búsqueda de un empleo en el gobierno. Hay que incentivarlos para iniciar sus propios negocios fortaleciendo el emprendedurismo. No es una tarea fácil. Hay tiempo para plantearse esos objetivos. De no ser así seguiremos en la misma lógica de ver cómo van y vienen los gobiernos con un estado de cosas cada vez peor que lo único que provocan es el desencanto. Las nuevas generaciones, merecen un futuro mejor.

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