A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

La policí­a de Chiapas arrojó gas lacrimogeno a estudiantes e integrantes de la caravana. Foto: Cortesí­a

Sin regateos

Por ahí de 2009 acudí a FITUR, la feria de turismo en Madrid, al igual que otros secretarios del ramo en el país y con algunos empresarios turísticos de Chiapas. En una de varias reuniones de trabajo, me topé con una empresa italiana que transportaba turistas en Chiapas. Para mi sorpresa, me mostraron fotografías de camiones baleados por asaltantes en el tramo Ocosingo-Palenque y me dijeron que de seguir así las cosas cancelarían la ruta que pasa por Tonina, Agua Azul y Misol-ha. Incluso a Chiapas como destino debido a la inseguridad. Ese tramo de hecho ya casi no se usa, porque además no se sabe que día se les ocurre poner un bloqueo. Hay que dar toooda la vuelta para llegar y eso complica la ruta. Así es como se explica que la derrama económica por visitar Palenque y demás atractivos, la absorba Tabasco.

A mi regreso me reuní con el entonces Procurador del estado para expresarle mi preocupación. Me explicó que se organizaban turnos de acompañamiento por parte de la policía federal pero aún así se volvieron a presentar asaltos. Uno, por ejemplo, donde resultó herido no de gravedad un turista holandés, por fortuna con una herida bala menor de calibre 22. Atendí personalmente al grupo de turistas que horrorizado quería cancelar su viaje y no volver nunca a México. Aún así se volvió a presentar otro asalto con personas lugareñas que despojaron de sus pertenencias a los turistas. Resultó que en una rápida acción se detectó al día siguiente en Ocosingo andaban vendiendo una Lap Top de las robadas y el grupo de asaltantes fue identificado y paró en la cárcel. Tardaron más en ser encarcelados en que alguna ONG saliera en su defensa. De asaltantes pasaron a presos políticos. Recuerdo que llamé personalmente a algunos empresarios para pedir que respaldaran la acción del gobierno. Teníamos que apoyar porque al rato iban a salir más ONGS desde internet en defensa de los asaltantes confesos. Así sucedió. Se puso en libertad a los «presos políticos». Nadie dijo ni pio. La ruta se volvió intransitable.

Lo anterior viene a colación porque en la difícil tarea de gobernar se opta por la tolerancia para no pasar como represores. En vez de garantizar el libre de transito, la seguridad de las personas en sus patrimonios contra actos de vandalismo, los plantones interminables de maestros que han provocado quiebras en comercios, la afectación a cosechas, la operación aeroportuaria; el gobierno hace mutis y se dedica a observar en vez de actuar. El derecho a manifestarse no puede ejercerse en detrimento de los derechos de terceras personas.

En un país sin orden no puede haber progreso. Pero que tal cuando los mexicanos emigran a los Estados Unidos. Allá si todos bien portaditos y respetuosos de la ley porque la policía no se anda con rodeos. Lo digo porque si algo ha hecho bien el gobierno de Rutilio Escandón ha sido el aplicar la ley comenzando por el desalojo de predios invadidos que suman miles de hectáreas. Al principio no fue fácil. Cuando entendieron la firme determinación del gobierno, los desalojos se dieron en forma pacífica y ordenada. Pareciera que todo era cuestión de voluntad política.

Por eso ahora que se presentaron los incidentes con los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa que andan de tour por la república mexicana, da coraje leer que Alejandro Encinas y Olga Sánchez Cordero reprueben lo sucedido en Chiapas. Encinas tiene a su cargo la difícil tarea de inventar una respuesta, que no será satisfactoria, para resolver el invento del «crimen de estado» que usaron para hundir a Peña Nieto. Doña Olga, ya sabemos, no resuelve nada.

Las autoridades se hicieron presentes para conminar a los manifestantes a no bloquear el libramiento norte que es una de las principales arterias de la ciudad. De ahí derivaron agresiones a la policía de la que resultaron lesionados que también son pueblo y solo cumplen con su deber. La reacción fue virulenta en contra de las autoridades. ¿Si ellos no salvaguardan nuestros derechos como ciudadanos entonces quién?

Por eso atravesamos un momento clave en que los ciudadanos y organizaciones debemos respaldar a nuestro gobierno sin regateos. No debe dar marcha atrás. Si le toman la medida perderemos todos. Ya bastante sufre nuestra precaria economía para que se siga afectando a los ciudadanos en sus actividades cotidianas que día a día se esfuerzan para mantener a sus familias.

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