A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

¿La IP al rescate de AMLO?

Hace un año, a finales de noviembre de 2019, el Consejo Coordinador Empresarial anunció de la mano del presidente, el acuerdo nacional de infraestructura, con una serie de proyectos muchos de ellos elaborados incluso antes de actual administración. El monto de inversión anunciado sería de 850 mil millones de pesos para un total de 147 proyectos, pero poco les duró el gusto a los empresarios. Más allá del anuncio no hubo avances sustantivos. La gota que derramó el vaso fue la cancelación de la Cervecera Constellation Brands que dejó colgada una inversión de 1,400 millones de dólares que generarían unos 3,200 empleos.

Todo se derrumbó por una consulta a mano alzada, sacada de la manga, con pobladores que desinformadamente se oponían al proyecto. Esto generó el enojo del sector empresarial que, en voz de Carlos Salazar Lomelín, expresó públicamente su molestia y solicitó una audiencia con el presidente para pedirle que reconsiderara tal decisión. Con abierto desdén el presidente los mandó a pedir freír espárragos, situación que provocó la ruptura entre el sector empresarial y el gobierno.

Eso fue el corolario de una serie de decisiones que comenzaron con la cancelación del NAIM por presuntos actos de corrupción de los cuales no supimos, ni sabremos. 100 mil millones tirados a la basura y rematados como fierro viejo a precio de ganga, ese sí, un acto de corrupción. Por otra parte, se aprobó en la cámara de diputados la contrareforma energética que canceló importantes proyectos de inversión en generación de energía eólica y frenó toda posibilidad de coinversiones futuras garantizando el monopolio de la Comisión Federal de Electricidad, una empresa cuyos costos de producción comenzando por las prestaciones laborales, nos cuesta muy caro a los mexicanos.

Con otra consulta patito se canceló también el proyecto del Metrobus en Durango, del que a cambio ofreció invertir en agua potable y un hospital para la entidad, cosa que por supuesto no ha sucedido. Ya durante la pandemia dejó a su suerte -que se rasquen con las uñas, les dijo- a toda clase de empresas en el país que han reportado pérdidas millonarias dejando a cientos miles de trabajadores en el desempleo. Las más de 5 millones de pequeñas y medianas empresas generan el 70% de los empleos del país y no han recibido ni un solo apoyo del gobierno a diferencia de lo que están haciendo la mayoría de las economías del mundo.

El anuncio con bombo y platillo de este nuevo acuerdo de inversión se redujo en su primera a tan solo 37 de los 147 proyectos previstos y una inversión de 297 mil millones de pesos contra los 850 mil millones originalmente anunciados. Los demás están todavía en proceso, sus costos son estimados y requieren de una serie de trámites que pasan por manifestaciones de impacto ambiental, derechos de vía, además de que tendrían que ser concesionados en función de su rentabilidad para lo cual también se requieren estudios de factibilidad. Se trata de carreteras, ferrocarriles, trenes suburbanos, puertos, aeropuertos, agua y saneamiento, clínicas y hospitales, turismo y energía. Con todo ello se estima la creación de 197 mil empleos formales de los cuales se han perdido más de un millón y unos 12 millones informales por efectos de la pandemia.

Quien sabe de dónde sacan la cándida de idea de que con ello creceremos al 4%. Sería remotamente posible, si, solo si, se llevan a cabo todos esos proyectos lo cual está en chino. A menos de que no estén dando ganso por liebre y en realidad lo que pretenden sea monopolizar, como ya lo vienen haciendo, los proyectos por adjudicación directa como el Tren Maya o Dos Bocas, pagados por el gobierno en beneficio de unas cuantas empresas consentidas porque no se tomó en cuenta a miles de compañías constructoras en país. Este gobierno que se dice izquierda, está volviendo al capitalismo de cuates que tanto se le criticó a los gobiernos anteriores. Está fomentado aún más la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y destrozando las economías de las pequeñas y medianas empresas en todo el país. ¡Tengan su 4t!

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