A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Los jueces venales del TRIFE

La reciente designación de José Luis Vargas como magistrado presidente del TRIFE deja en evidencia la venalidad con que se comportaron él y los magistrados que negaron el registro al Partido México Libre. Es el pago en premio por ese comportamiento que, a la luz de todos analistas y expertos en materia electoral, violó los derechos políticos de más de 260 mil ciudadanos mexicanos que trabajaron arduamente durante un año para organizar las más de 200 asambleas que exigía la ley como único requisito para obtener el registro.

De la manga se sacaron un criterio de ingresos no comprobados por un monto irrisorio vía tarjetas bancarias que tenían todas las facultades para verificar y nunca lo hicieron. Por si fuera poco, no imputaron esa misma conducta a los nuevos partidos satélite del presidente a pesar de que sus ingresos fueron hasta 5 veces mayores y en efectivo al estilo de los sobres manila. Jueces y consejeros, consumaron un fraude de escritorio para congraciarse con monarca tabasqueño que dejó con ello testimonio de la sumisión de los poderes legislativo, judicial y los órganos electorales. En solo dos años mandó al diablo a las instituciones poniéndolas cual oficinas de mero tramite al servicio de su poder omnímodo.

El magistrado Vargas resultó toda una fichita que se ha despachado con la cuchara grande con sus múltiples viajes al extranjero pagados por el TRIFE en boletos de primera clase y hospedajes de 5 estrellas. Nada que ver con la austeridad que pregona a los cuatro vientos el presidente. En solo 3 años, hizo 58 viajes, para ser exactos, que han costado la nada módica suma de 3.7 millones de pesos. Al tiempo sus ingresos personales declarados pasaron de 1 a 7 millones de pesos. Alega en su defensa que su fortuna la ganó dedicado antes al litigio electoral al servicio de gobiernos estatales. Pero más allá de sus haberes el asunto es que se esmero en justificar y defender un fallo jurídico sabiendo que 3 de los magistrados apoyarían su arbitrariedad.

Que quede pues para la historia su conducta alejada de toda ética y profesionalismo. No vaya ser que en el 2021 siga cometiendo fechorías sin el menor recato como lo hicieron también Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Que carguen su pesada letra escarlata porque no los olvidaremos. Con un arbitro entregado la democracia mexicana esta en agonía y ellos se ofrecen como sepultureros.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *