A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

El atraco a la CFE que pagaremos todos los mexicanos

De un plumazo López Obrador decidió condonar a más de 600 mil tabasqueños un adeudo con la CFE que data de hace 25 años equivalente a 11 mil millones de pesos (unos 6 aviones presidenciales). Con una visión patrimonialista, para nada nacionalista, dispusieron absorber como perdida para esa empresa un costo que nos terminaran trasladando al resto de los mexicanos. Todos clientes cautivos de un monopolio del estado que ha dejado de ser una costosa paraestatal para convertirse en un instrumento con fines políticos a capricho del presidente. No existe ningún fundamento legal para darle un trato preferencial a sus paisanos. Todos somos iguales ante la ley, no hay ciudadanos mexicanos de primera y de segunda. Y eso es justo lo que está sucediendo.

Esto al tiempo que, por efectos de la pandemia y el confinamiento, «quédate en casa» decían, se disparó el consumo de energía en los hogares mexicanos y por ende los cobros excesivos en los recibos. La CFE cortó su servicio a casi 700.000 hogares por impago durante los primeros dos meses de emergencia sanitaria por el Covid. En abril de 2020, la medida afectó a 329.668 usuarios domésticos y en mayo a 362.986, según datos proporcionados por la empresa paraestatal al periódico español, EL PAÍS, a través de la plataforma de transparencia.

Contrario a los acuerdos internacionales suscritos por nuestro país para combatir el cambio climático, la CFE decidió incrementar el uso del carbón para la generación de energía eléctrica y peor aún, el uso de combustóleo que se comercializaba para la navegación marítima y cuya utilización fue prohibida desde inicios el año pasado por sus altos efectos contaminantes. Las nuevas reglas de la Organización Marítima Internacional prohíben a las embarcaciones usar combustóleos con alto contenido de azufre –mayores a 0.5%-, de lo que Pemex produce con mayor contenido de azufre a nivel mundial.

Luz más cara

Lo más grave ahora es que la nueva iniciativa presidencial que pretende aprobarse con la mayoría morenista y sus aliados consolidará el monopolio de la CFE cuyos altos costos de generación en comparación con las que producen las empresas privadas, muchas con capital internacional, los terminaremos pagando todos los mexicanos. Es por mucho, más barata que la produce la paraestatal. Pero no solo eso, se trata de energía eólica no contaminante, a las que tratan como si el viento también fuera propiedad del estado. Con ello se ponen en riesgo contratos y compromisos internacionales suscritos en el T-Mec.  Eso generará demandas por incumplimiento que tendrán que resarcirse con el dinero que cada mexicano paga por su recibo de luz, salvo los empleados de CFE, que gozan del privilegio sindical de no pagar por el consumo eléctrico.

No podemos sentir orgullo por una empresa que nos encarece la vida a todos mexicanos en aras de un nacionalismo trasnochado. No debemos seguir tolerando que la mal llamada 4t siga destruyendo la economía del país. La única manera de frenar el deterioro que sufre el país es no darle ni un solo voto a Morena y sus partidos aliados que están llevando a la ruina a nuestro país condenando el futuro de las nuevas generaciones…

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