A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Colosio

El hecho de que la popularidad del presidente y los sondeos de opinión coloquen a Morena como primera fuerza política en varios estados que tendrán elecciones para gobernador en 2022 y 2023, ha dado pie a que se diga que la oposición está desfigurada y carece de liderazgos para contender en los comicios por venir sobre todo al 2024. Puede ser cierto, por ahora, pero hay que considerar que apenas vamos a la mitad del sexenio.

Tampoco ayudan los liderazgos partidistas del PRI y sobre todo de del PAN que no han logrado destacar en un escenario de polarización donde el presidente les sigue ganando la partida desde su estrategia de ser el pan nuestro de cada día en sus conferencias mañaneras. Toda la opinión pública se concentra en sus dichos y afirmaciones que dan pie a la critica de sus detractores al tiempo que reafirman una fe casi ciega en sus simpatizantes.

Ocasionalmente la oposición desde el congreso se deja entrever a con personalidades que se han posicionado en el ánimo de una parte de la opinión pública pero cuyos alcances no llegan, todavía, a niveles competitivos. Persiste la duda de si se mantendrá la alianza entre el PAN, PRI y PRD y de si Movimiento Ciudadano irá solo en el 24. Por lo pronto Dante Delgado ya señaló que para las gubernaturas van solos a ver si consolidando triunfos su partido mantiene una marcha ascendiente el ánimo del electorado.

Sucesión adelantada

Por otra parte, hay que considerar la sucesión adelantada que el mismo presidente echó a andar al destapar a sus posibles sucesores. En esa carrera repuntan Claudia Sheimbaum y Marcelo Ebrard. Monreal está frito. Aunque insista en una elección interna el presidente ya dijo que será por encuestas y ahí simplemente no levanta porque no está ni estará en el ánimo del presidente. Seguro lo sabe, pero quiere encarecer el costo de su adhesión y disciplina.

2024: otro escenario

Lo que si es un hecho es que ninguno de los destapados podrá emular la competitividad de Amlo. Por más que él apoye no va a estar la boleta y el fenómeno de su triunfo electoral no volverá a repetirse. No basta con colgarse de su popularidad porque en muchos indicadores las cosas no van bien independientemente de cuál sea la causa, llámese la pandemia o la herencia «maldita» del neoliberalismo. Cuando se trata de votar un candidato presidencial, incluso no basta que las cosas marchen bien como sucedió en la elección de Felipe Calderón donde a pesar de que el país venía creciendo con cierta estabilidad no fue suficiente para la decisión final de los electores que casi dieron un empate.

El joven Colosio

En ese contexto y en ese vacío de un liderazgo fuerte en la oposición surge para incredulidad de muchos la figura del joven Luis Donaldo Colosio Riojas. Que «está muy joven», dicen, que le falta experiencia, qué mejor para el 2030, pero lo cierto es que ha resultado una revelación en las encuestas. La del periódico Reforma puso el tema en el escenario nacional, pero ya otras con anterioridad lo visualizaban con una sorpresiva simpatía.

Aunque los apologistas de la 4t se apresuren a decir que es una invención de Claudio X. González e incluso en la oposición no acaban de creerlo, no habría que subestimar las posibilidades de verlo crecer en el ánimo de la opinión pública. Alito, el dirigente del PRI se aventó la puntada de decir que no lo conocen y se equivoca. Colosio se ha mostrado prudente y dice que primero está Monterrey.

¿Puede Colosio ser presidente?

¿Puede Colosio ser candidato e incluso presidente de México?  Yo intuyo que sí. ¿Puede solo por MC ganar la presidencia? Pienso que no. Lo que toca ahora es cuidarse porque le van traer marcación personal para intentar descarrilarlo. Sin ningún aspaviento se encuentra casi a la par de los candidatos de Morena y falta trecho por recorrer.

Hay que terminar de entender cómo funciona cada seis años el electorado. La historia de Colosio lo coloca en el ánimo de quienes piensan que él merece concretar lo que su padre no pudo. Y vaya que somos un país telenovelero que vota también con el corazón. El joven Colosio que cumplirá 39 años en el 2024 se identifica con el electorado joven del país que lo ve más próximo a sus ideas y cultura generacional. Para ellos el país está gobernado por una gerontocracia que no entienden su visión, su forma de pensar, ni asimila sus inquietudes. Colosio es tan joven como en su momento Francisco I Madero, Lázaro Cárdenas o Carlos Salinas.

Los Jóvenes votantes son clave en las elecciones del 2024. Cerca del 30 por ciento de la lista nominal nacional está conformada por jóvenes de 18 a 29 años. La participación de este segmento es decisiva para posicionar a representantes que compartan sus mismas necesidades. Es a ellos a los que más va afectar -o beneficiar- el rumbo que siga tomando el país. Sino me cree, espérese a lo que viene. Veremos si el joven Colosio actúa con sensatez y termina por creérsela…

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