A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

T-Mec, el pleito que se viene

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) recién celebrada en Glasgow, Reino Unido; reunió a líderes de al menos 200 países en el mundo. Sus antecedentes provienen del protocolo de Kioto (1997) y el acuerdo de París (2016), ante la advertencia de que el incremento en la emisiones de Dióxido de Carbono aumentarían la temperatura global lo cual ya está ocasionando estragos en diversas parte del planeta. Hay evidencia científica suficiente como la que le mereció al mexicano Mario Molina ser acreedor del premio Nobel de química en 1995 quien advirtió los efectos sobre la capa de ozono que protege a nuestro planeta contra los rayos ultravioleta y que producen el calentamiento global.

Candados
Durante su mandato Donald Trump decidió retirar a su país de cualquier compromiso climático alegando que eso afectaba la producción industrial, entre ellos la automotriz, en perjuicio de los trabajadores norteamericanos. Pretendió inútilmente convencer a las grandes compañías a que regresaran a fabricar sus coches en los Estados Unidos, pero no contaba con que la mano de obra es mucho más barata -y calificada- en otros países como México. Por eso pusieron candados en el T-Mec en materia laboral y un condicionamiento a las autopartes de los vehículos que se ensamblan en México.

Primera fuente de divisas
Nuestro país es el séptimo ensamblador de automóviles a nivel mundial después de ser el sexto por varios años, posición que ocupó la India en el 2020 debido nuestras restricciones por la pandemia. Esto colocó en 2020 a nuestra industria automotriz como la primera generadora de divisas por más de 70 mmdd y después las remesas que este año alcanzaron una cifra récord de casi 50 mmdd, seguidas por la inversión extranjera directa (25 mmdd), los productos agroalimentarios (15 mmdd) y lo que se cayó fueron los ingresos petroleros dada la situación financiera de Pemex y los ingresos por turismo afectados por la pandemia.

Joe Biden va con todo
Joe Biden por su parte, retomó la agenda del cambio climático por lo cual comprometió que hasta en un 50% los vehículos en Estados Unidos pasarían a ser eléctricos en 2030, es decir ya. Las grandes marcas de automóviles en todo el mundo han hecho lo propio para entrar de lleno en el proceso de conversión de sus nuevos vehículos. Estados Unidos es el 2do país con mas emisiones de CO2 y vehículos en el mundo. Promedia 965 por cada 1.000 habitantes, casi un vehículo por persona.

Según datos del Atlas Global del Carbono, un proyecto de la red internacional de científicos Future Earth y la ONU, en México se registraron 477 megatoneladas de dióxido de carbono (MtCO2), por lo que es el país de América Latina que más emitió en 2018, según los datos más recientes, por delante de Brasil. México ocupa el lugar 12 en la clasificación mundial aunque otras estadísticas lo colocan aún más distante.

Un millón de empleos
La determinación de Biden afecta directamente a la industria automotriz en la que trabajan casi un millón de mexicanos. La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha dado luz verde al plan de gasto social de Joe Biden, el cual incluye créditos para la compra de coches eléctricos lo que se ha convertido en una fuente de tensiones comerciales con México y Canadá. La propuesta -conocida como el Build Back Better Act- incluye la ampliación de créditos para la adquisición de coches eléctricos si el vehículo y la batería son armados en Estados Unidos. El crédito actual es de 7 mil 500 dólares, pero podría ampliarse hasta 12 mil 500 dólares si el auto comprado cumple con las dos condiciones de contenido local.

México para atrás
Todo esto en un contexto en el que el gobierno de México ha decidido desplazar a las fuentes alternativas de energía cuyas inversiones provienen del sector privado tanto nacional como extranjero y como estrategia para fortalecer a la CFE. Incluso pretende monopolizar la producción de litio que sirve para fabricar baterías eléctricas -en lo cual no estamos ni en pañales- y para lo que no contamos ni con la tecnología ni los recursos financieros.

México ha advertido tímidamente con represalias imponiendo gravámenes a los productos norteamericanos lo cual no parece ser buena idea en un momento en que la inflación se ha disparado y sin considerar que importamos una gran cantidad de productos del vecino país y la mayoría de nuestros granos básicos como el maíz, el arroz, el trigo, incluso el frijol y el 70% de nuestras gasolinas. Y la verdad es que no está la situación como para ponernos con Sansón a las patadas. Joe Biden no dará marcha atrás en ese propósito así que no podemos augurar un futuro mejor para nuestra industria automotriz. Dice el refranero español: «Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar» pero aquí seguimos en la inopia.

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