A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Por siempre Lola

El pasado sábado por la noche falleció mi querida amiga Lola Montoya. Unos días antes intenté comunicarme varias veces con ella, pero sin éxito. Creo que sus condiciones de salud no se lo permitieron. Quería verla, darle un beso, acompañarla. No fue posible.

Lola y yo nos hicimos amigos hace muchos años. Cuando me nombraron director de Coneculta, la invité de inmediato a tomar un café. Tenía su centro cultural, el Calmécac. Ahí se impartían clases teatro entre otras actividades. Le pedí que aceptará ser mi directora del Centro Cultural Jaime Sabines. Me dijo, «ay mi chunco, yo ya no ando para esos trotes. No quiero ser burócrata». «Tienes toda la libertad para seguir trabajando en tus proyectos» le dije y al final aceptó. Fue un deleite trabajar cinco años con ella. A todos les puso apodos en Coneculta. Nos hacía morir de risa con su ingenio muy chiapaneco.

No me escapé de aparecer en la puesta en escena de su famosísima, siempre muy concurrida y divertida «Bienvenido Conde Drácula» que este año cumpliría 35 años en escena. Para la cultura y las artes nos deja un gran legado en el teatro popular. Reivindicó nuestra identidad. Lo más importante es que los tuxtlecos la adoptamos como parte de nuestro ser. Arrecha, única como nadie, dio el brinco a la inmortalidad.

Hoy le lloramos con tristeza.

Bukele

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decretó un estado de excepción para poder actuar en contra de los pandilleros de la Mara Salvatrucha que han sido una pesadilla para su país. En los últimos días han capturado a más de 5 mil personas, mientras que a los reos procesados y a los que están purgando penas se les aplicaron medidas disciplinarias dados los vínculos que mantienen con la delincuencia organizada.

La medida se debió al incremento de la violencia en El Salvador ante una población que se mantiene en zozobra por el terror que provocan estos grupos criminales. Bukele no tuvo empacho en exhibir videos y fotografías de estos personajes que le dieron la vuelta al mundo. La gente en El Salvador ha respaldado estas acciones y eso es lo que le importa al presidente.

Para no variar, organismos internacionales de derechos humanos, han denunciado los excesos policiacos, mientras que parientes y amigos de los detenidos señalan actos abusivos de autoridad. Basta con ver cómo se inician estos grupos a los que los caracteriza el rapado y los tatuajes. Desafortunadamente se victimiza a los delincuentes sin pensar en los crueles asesinatos que cometen además de sus múltiples actividades delictivas. Aunque suene duro, se han convertido en un cáncer difícil de erradicar. El encierro no los rehabilita, delinquen desde la cárcel y son múltiples los casos de que han sido presos y liberados en varias ocasiones ante un sistema judicial fallido, sobornado o amenazado.

Lo que se libra es literalmente una guerra. Allá no funcionan los abrazos en vez de los balazos. Es cuando la ley se tiene que aplicar con toda dureza para poder preservar la paz social y para poder impulsar el desarrollo. Es un deber del estado. Bukele ha sido un presidente innovador en el mejoramiento de la infraestructura y el desarrollo tecnológico. Apuesta a poner a su país a la vanguardia para romper ese circulo vicioso de la pobreza que caracteriza a Centroamérica. Lo más importante es que cuenta con un amplio respaldo popular. Bukele se juega la vida al enfrentar con valentía problemas a los que muchos de sus antecesores se rehusaron a encarar.

Elecciones

Lamentable que se hayan cancelado las elecciones en dos de los municipios alegando condiciones de ingobernabilidad. El IEPC, Instituto de elecciones y participación ciudadana del estado de Chiapas, ha hecho el papel que le corresponde. Los partidos anunciaron en su momento la voluntad de llevar a cabo los comicios con civilidad. Por eso llama la atención que varios de ellos se hayan pronunciado en contra del proceso. Es una iniciativa contra toda lógica cuando se sabe que el propósito es sabotear las elecciones. Las consecuencias sobrevendrán ahora que el congreso vuelva nombrar consejos municipales. Está sucediendo que tampoco los aceptan y las cosas vuelven a quedar igual o peor por la ilegitimidad democrática de las autoridades. Más bien habría que valorar la existencia y permanencia de estos municipios que se resisten a actuar bajo el marco de la ley. Lo que urge es hacer prevalecer el estado derecho. Mandar a la Guardia Nacional y a los agentes del orden. El estado no debe doblegarse ante estos grupos violentos…

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