A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

México y EU: al filo de la navaja

La relación de nuestro país con los Estados Unidos está atravesando por un momento de fuertes tensiones. Por un lado el fenómeno migratorio que está adquiriendo dimensiones mayores debido a la laxitud con que México atiende el ingreso ilegal de migrantes y por otro la idea, que cada vez toma más fuerza, respecto de la displicencia con que el gobierno mexicano trata a los cárteles mexicanos respecto del tráfico de fentanilo a los EU que está ocasionando miles de muertes.

SUBE LA PRESIÓN

Las críticas están subiendo de tono empezando por la DEA que no nos cree ese cuento de que aquí se combate la producción y el tráfico de esa droga en particular. Revelaron haber infiltrado al Cártel de Jalisco y haberse metido hasta la cocina para conocer el modus operandi de este grupo delictivo. Nada se sabe de la situación carcelaria del Chapito, de su presunto proceso de extradición, pero para efectos mediáticos su detención se brindó como ofrenda previa a la visita de Joe Biden.La carta de Amlo al presidente de China para detener el tráfico de fentanilo es de una ignorancia supina y nada diplomática.

MIGRANTES

Recientemente Estados Unidos ha mandado miles de guardias a la frontera ante el cúmulo de decenas de miles migrantes que se agolpan en los cruces fronterizos sin ninguna posibilidad de obtener algún tipo de visado humanitario. Estados Unidos ha sido tajante, quien ingrese ilegalmente será deportado e incluso procesado penalmente. Por su parte el gobierno mexicano dice haber enviado miles de guardias a la frontera sur, al tiempo que les instruye evitar cualquier tipo de agresión. Una política de brazos cruzados. No se sabe cómo le van a hacer porque los migrantes buscan la manera de escabullirse sumando ya decenas de miles dispersos en nuestro país y en ambas fronteras.

OLLA DE PRESIÓN

Por otra parte, son cada vez más los políticos norteamericanos entre gobernadores y senadores, particularmente del Partido Republicano, que presionan a Biden para tomar medidas más drásticas en contra de México para obligar a Amlo a dejarse de dobleces respecto de su política tanto migratoria como de combate al narcotráfico.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirmó que «él presidente mexicano tiene cárteles del narcotráfico totalmente fuera de control que gobiernan su país». Remarcó que «todos los millones de personas que vienen a nuestro país, todos están pasando por su país.” Por su parte el senador republicano John Kennedy increpó a la directora de la DEA durante una audiencia al afirmar: “Nuestra economía es de 23 billones de dólares. La economía de México es de 1.3 billones […] Compramos 400 mil millones cada año de México… Sin la gente de Estados Unidos, México, hablando en sentido figurado, estaría comiendo comida para gatos de una lata y viviendo en una carpa […] en un traspatio“.

NACIONALISMO

La innecesaria y grosera rudeza del senador norteamericano le cayó a López Obrador como anillo al dedo para enderezar el discurso nacionalista. Hasta Loret dijo que hizo bien en contestarle. Se dejó de lado el trasfondo de la insistencia cada vez mayor para presionar mediante sanciones unilaterales a México. Ebrard salió al quite llamando racista y profundamente ignorante al senador Kennedy, además de sobreestimar la relación comercial. Si bien es cierto que la dependencia comercial entre ambos países es fuerte, también lo es que la economía de EU es 20 veces mayor que la nuestra. Es ponerse con Sansón a las patadas.

LA AMENAZA DE TRUMP

Pongamos como referencia la amenaza que Trump lanzó a México en tan solo un mensaje de twitter. Habló de imponer unilateralmente aranceles a los productos mexicanos y el gobierno de Amlo respondió de inmediato mandando 27 mil guardias a la frontera sur, situación que derivó en enfrentamientos con los migrantes, noticia que hizo recular al gobierno mexicano que se ha mantenido entre azul y medias noches. Trump no deja ufanarse de cómo “doblo” al presidente mexicano. La situación ha variado tan solo en las formas con la administración de Biden porque sigue la deportación sistemática de migrantes lo cual ha derivado una grave crisis humanitaria que se vive en México.

EL ÉXODO

Nuestro país enfrentará la carga que representan los miles de personas que se quedarán en México en busca de supervivencia. Tarde o temprano nos generará problemas pues no será fácil que encuentren algún empleo u ocupación mientras esperan mejores tiempos para cruzar la frontera.

PROBLEMAS

Tampoco estaremos exentos de problemas porque la campaña presidencial norteamericana tendrá como eje la política migratoria y antinarcóticos. Estamos jugando al filo de la navaja porque los “gringos”, ya lo sabemos, no tienen amigos sino intereses. Su economía no depende tanto de la nuestra como nosotros de ella. Ponemos en jaque la soberanía ante un eventual pero furtivo intervencionismo y lo de Genaro García Luna se va quedar chiquito cuando pasado el tiempo algún juez norteamericano abra procesos judiciales contra distintos personajes del actual gobierno.

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