A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Rosa Blanca

Cuando terminó la segunda guerra mundial y comenzaron los juicios de Nüremberg muchos de los alemanes se mostraron horrorizados al conocer los crímenes de guerra. Lo que sucedido en Auschwitz y demás campos de concentración. El exterminio en las cámaras de gas, los experimentos con seres humanos, la persecución de los judíos, o la “eliminación” (Aktion T4) de los enfermos mentales y personas con discapacidades. Y resulta que la mayoría no sabía.

MAYORÍAS

Esa misma mayoría fue la que encumbró a Adolfo Hitler en el poder. Alemania fue la gran derrotada en la primera guerra mundial y la miseria generalizada fue el caldo de cultivo propicio para el surgimiento de un liderazgo providencial y mesiánico. Un joven maquiavélico y resentido con una oratoria incendiaria, removió los resquemores de una minoría que terminó por ser mayoría.

El primer “logro” de Hitler fue sortear la grave crisis económica gracias a un ministro de origen judío que ideó un plan financiero para sacar a Alemania de la pobreza. Aplicó una política económica Keynesiana utilizando al estado y la emisión de dinero para reactivar la economía. Suspendió las deudas impuestas por reparaciones de guerra, redujo los impuestos y aplicó los recursos en proyectos de infraestructura dando trabajo a los alemanes, invirtiendo en la futura guerra impulsando la industria bélica.

ANTISEMITISMO

Con la ascensión al poder de Adolfo Hitler en Alemania el antisemitismo se convirtió en un instrumento de Estado e ideología oficial del Tercer Reich. En 1938 se desató en Alemania una campaña de destrucción de sinagogas, arrestos masivos, destrozos, saqueos de negocios y el registro sistemático de bienes judíos que después confiscaron. Junto a los judíos fueron perseguidos por el régimen nazi otros grupos considerados enemigos del Reich.

DISIDENCIA

Cuando comenzaron los primeros excesos, un grupo de jovenes universitarios creó un movimiento pacifista que distribuía panfletos anónimos advirtiendo sobre los riesgos del futuro régimen nacionalsocialista. Fueron rápidamente identificados y juzgados por el “Tribunal del pueblo” nazi (¿Le suena?). Murieron en la guillotina cuatro días después de su arresto, el 22 de febrero de 1943. El Nazismo fue tomando fuerza por convicción, indiferencia e intimidación al grado que quienes se oponían fueron considerados como traidores a la patria (¿Le suena?). Es así como se gestan movimientos sociales que terminan por instalar el pensamiento único. El poder comienza por subyugar a sus adversarios y luego a sus propios aliados. Todos los intentos por detener al frenético Fhurer fueron sofocados y el disenso no tenía cabida entre los mandos nazis.

EL FUTURO EN RIESGO

Hay que observar con temor el futuro de nuestra nación. La concentración del poder, la intolerancia en contra de quienes piensan diferente, la destrucción de nuestras instituciones democráticas ante la parsimonia ciudadana y la indiferencia de los jovenes, el fanatismo de quienes fomentan el odio y el resentimiento en contra de quienes no están de acuerdo.

AL DIABLO LAS INSTITUCIONES

Ese poder judicial al que quieren socavar puede ser el que el día de mañana les proteja de algún acto de arbitrariedad o abuso de autoridad. La CNDH que no defiende a nadie. Ese Instituto Electoral timorato y silente que no frena los excesos que atentan con la equidad y que toleran el intervencionismo presidencial. Esa prensa cada vez más cooptada y concupiscente con el poder disfrazada de imparcialidad. Esa displicencia con los grupos criminales que someten a amplias regiones en el país. Esa indolencia ciudadana ante la falta de medicinas y los deficientes servicios médicos. Esa apatía con la que hemos adoptado los hechos de violencia como parte de la vida cotidiana. Esa aceptación tácita de la corrupción “porque el PRI robaba más”. Esa absurda popularidad presidencial que no tiene lógica ni racionalidad.

DESPERTAR

El hipnotismo colectivo producto de la demogogia y la mentira amenazan a un país pujante que sobrevive a pesar de ello, que es resiliente ante la adversidad. Una ciudadanía que está despertando ¿Podrá enderezar el camino? Ya lo veremos…

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