A Fuego Lento / Alberto Ramos Garcia

Rómulo Farrera y el Obispo Felipe Aguirre

En los tiempos del Imperio de la Ley, se acuñaron varias frases célebres, entre ellas: «Los sotanudos (obispos) quieren ser políticos. Y los políticos quieren dar misas».
Pues, era los tiempos de la «mano dura» de José Patrocinio González Garrido, en contra de aquellos obispos célebres que detrás de sus púlpitos movían los hilos de la inconformidad, de la desestabilización y del eterno reclamo de la marginación y de la pobreza en Chiapas.
Precisamente, entre esas batallas memorables se encuentra del Padre Joel Padrón y sus 49 días en la cárcel. Y 6 de noviembre de 1991, fue puesto en libertad.

De la beligerancia de un gobernador contra la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

Para 1989, Patrocinio González Garrido confrontaba abiertamente contra el obispo Samuel Ruiz. No tenía el menor respeto por el príncipe de la iglesia. Tocando el tema de las expulsiones en San Juan Chamula: «El gobernador chiapaneco afirmó que es muy fácil incitar, hablar, en relación con eso (…) al fin y al cabo es romántico, pero no es tan fácil resolverlo. Mire, yo llevo seis meses gobernando Chiapas. Samuel Ruiz lleva 25 años de obispo (…) y de una patada en las nalgas lo sacaron de la región. (…) una estructura de 25 años al amparo de la «inteligencia» y de la «autoridad moral» que sí tiene Samuel fue desplazada de un día para otro en toda la comunidad (Chamula) que totalmente cambió de religión para convertirse en ortodoxos, (…)» (La Jornada, 22 de mayo, 1989).
El 15 de septiembre de 1991, el obispo Samuel Ruiz, responsabilizó al gobierno del estado de Chiapas y a «grupos que han establecido relación con grupos de terratenientes, sectores del priísmo local, expendedores de alcohol y autoridades judiciales» del «preocupante aumento de la represión» que consideró «más grave que la registrada en los cuatro sexenios anteriores».
En la ciudad de México, Ruiz García apuntó: «desde 1961, año que me ligué a la lucha del pueblo chiapaneco, no se había presentado tal volumen de violaciones a los derechos humanos y no se habían incrementado en tal magnitud. (…). Tres días después de estas declaraciones, en Simojovel de Allende fue aprendido por elementos de la Policía Judicial Estatal el párroco Joel Padrón Gonzáles (…)».
Entrevistado a 23 años de su encarcelamiento, Joel Padrón lo recuerdo así: «Fui detenido el 18 de septiembre de 1991 cuando salía de la casa parroquial a comer. Eran las 2 de la tarde. Patrocinio me dijo: «no crea que mandamos a cualquiera por usted… fue gente especial…» Me imputaron delitos federales: conspiración contra el gobierno, asociación delictuosa y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército. Después Edgardo Robles Sasso del fuero común me dio auto de libertad de los delitos federales. Y me inició un proceso por delitos del fuero común: despojo, robo, amenazas, daños, provocación, apología de un delito y pandillerismo. ¿Cómo ves?
El Pueblo Creyente realizó una jornada sostenida de peregrinaciones y oración por la libertad de Joel y miles se movilizaron en las parroquias de Simijovel, Las Margaritas, Comitán, Ocosingo, Salto de Agua, Palenque, Bachajón, villa de las Rosas, Chenalhó, Chalchihuitán y Pantelhó, entre otras. El 18 de octubre de 1991, cerca de 3 mil indígenas iniciaron una marcha de 123 kilómetros, de Simojovel a Tuxtla Gutiérrez. Cincuenta días después de su aprensión, el 6 de noviembre, el padre Joel fue puesto en libertad por la noche: «La Diócesis se mantuvo firme y regresé a mi parroquia en Simojovel y ahí estuve hasta el 2001. La Iglesia no podía, no puede condicionar su misión al poder del Estado», afirmó.
Efectivamente, el 12 de junio, seis días después de la peregrinación del Pueblo Creyente en Simojovel, los grupos de poder distribuyeron un volante en contra de Marcelo Pérez Pérez, párroco de ese poblado. El panfleto es único. Beligerante. Irónico. Racista. Como en los tiempos de Patrocinio y los Comités Cívicos de los ganaderos y caciques pueblerinos.(los agentes de pastoral de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, información Gaspar Morquecho/ América en Movimiento)

En los tiempos del Gobernador Manuel Velasco Coello….

Hoy, los sotanudos ya no quieren dar misas, pues, andan de políticos tejiendo finamente para amarrar la llegada del empresario Rómulo Farrera, como cabeza principal del Concejo Municipal de Tuxtla Gutiérrez
Lo cierto, el sotanudo de Felipe Aguirre Franco, anda muy movido en el papel (Secretario de Gobierno) del «huevo tibio» de Juan Carlos Gómez Aranda, ya que se comprometió en «apaciguar a los panistas tuxtlecos, y dejar solo al Doctor Paco Rojas, bajo dos condiciones.
1.- Qué Acepten la postulación de Rómulo Farrera como titular del Concejo Municipal de Tuxtla Gutiérrez.
2.- Recibir a cambio obras de Infraestructura.

En Fin: Si viviera el Tatic Samuel Ruiz García, téngalo por seguro que descomulga al obispo retirado de Francisco Aguirre Franco, de origen jalisquillo y de familia cacique que se dedican a la explotación de la madera (muebleros).

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