Acoso callejero no es «cultura», es violencia

Son expresiones que muchas veces aparecen solapadas bajo el nombre de «piropos» y van desde insinuaciones sexuales y palabras obscenas, hasta acciones más agresivas, que ocasionan impactos negativos en las mujeres, adolescentes y niñas

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]A[/dropcap]unque muchos y muchas celebraron la propuesta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para tipificar el acoso sexual callejero en Chiapas, aún existen muchas dudas acerca de la viabilidad que dicha iniciativa puede tener.
A través de la Visitaduría General Especializada de Atención en Asuntos de la Mujer, se realizó la entrega oficial al Congreso del Estado de la propuesta para sancionar a quienes agredan de manera verbal o física a una persona en la vía pública, sin embargo, no determinaron cual será el proceso de denuncia.
La organización Iniciativas Feministas explica que en el Código Penal del estado de Chiapas, no existe una regulación legal concreta para prevenir, erradicar y sancionar este tipo de violencia; solamente están tipificados los delitos de abuso y hostigamiento sexual, en los artículos 237 y 241 respectivamente, dejando impune el acoso sexual en la vía pública y en estado de vulnerabilidad a las víctimas de estas conductas.
De acuerdo al artículo 14 fracción II de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las entidades federativas, en función de sus atribuciones, deben fortalecer el marco penal para asegurar la sanción a quienes acosan.

Pero, ¿qué es el acoso?

El acoso sexual callejero se define como el conjunto de prácticas de connotación sexual hechas por un desconocido sin el consentimiento de la víctima, se ejercen en espacios públicos como la calle, el transporte o un establecimiento.
Son considerados acoso las miradas lascivas, las palabras obscenas (que son minimizados como «piropos»), los sonidos de connotación sexual hechos con la boca como silbidos, besos y jadeos, gestos, fotografías y grabaciones del cuerpo.
Es importante señalar que el acosador, no tiene intención de entablar una conversación con la víctima, cumple el objetivo de molestar e intimidar.
El Observatorio Contra el Acoso Callejero de Chile –país en el que se considera delito y es penado– define al acoso como un tipo de violencia porque es una práctica no deseada que tiene afectos psicológicos negativos.

Consecuencias y daños a las víctimas

Activistas que han promovido esta iniciativa señalan que la naturalización de la violencia sexual en las vías y en los espacios públicos -que además se justifica con tintes de «cultura»-, ha contribuido a su invisibilización como problema que aqueja a la mitad de la población: las mujeres. Por ello, es necesario generar mecanismos que permitan vivir una vida libre de violencia sexual en la vía pública y/o una vida libre de acoso sexual callejero.
Asimismo, precisan que este tipo de violencia ocasiona en las mujeres, niñas y adolescentes impactos negativos como temor a transitar solas por las calles, demoras innecesarias al evitar ciertas zonas consideradas inseguras, gastos extra para poder costear transporte privado, dependencia de otros hombres (padres, hermanos y parejas) a quienes piden compañía y protección en las calles y abandono de centros de trabajo (si la zona del trabajo es considerada insegura para una mujer), entre otros.
Patricia Chandomí, activista defensora de los derechos de la mujer, asegura que el acoso pone en riesgo la integridad y el desarrollo de las mujeres, y señala que de no atenderse, podría desencadenar un feminicidio.
Agrega que este tipo de violencia sexual, es minimizada por la cultura y tradición de algunos lugares, sin embargo, las mujeres tienen derecho a un espacio libre de violencia, sentirse humilladas y ofendidas, viola directamente sus derechos humanos, de ahí la necesidad que crear estrategias que vigilen su integridad.

¿Cómo denunciar?

Entre las dudas que surgieron luego de la propuesta está el mecanismo de denuncia de este tipo de violencia, ya que si bien es posible denunciar un acoso que se presenta diariamente por la misma persona en el mismo lugar, es casi imposible hacerlo en caso de ser agredidas en la vía pública por un desconocido.
En el país, únicamente la Ciudad de México establece definiciones claras sobre el hostigamiento en las calles, el 29 de enero de 2008 la IV Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal creó la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia en la que establece sancionar a toda persona que frecuentemente diga o mire con índole sexual a cualquier persona.
Aunque celebraron que este tipo de acciones se realicen, hubo quienes consideraron que en un estado como Chiapas, donde se revictimiza a las mujeres y cada día se denuncia menos, puede que esta iniciativa no cumpla con sus objetivos.

Aplicación móvil

Cabe mencionar que diversos grupos activistas defensores de los derechos de la mujer, ya han puesto en marcha una aplicación móvil que permite denunciar este tipo de agresión a fin que se brinde mayor seguridad a las mujeres en las calles.
Las mujeres podrán hacer uso del móvil para denunciar a través de datos específicos el acoso callejero, para que las autoridades de seguridad lleven a cabo un monitoreo de las zonas en las que hay mayor incidencia, analizar los posibles factores que lo provocan y con ello, reforzar la seguridad en calles específicas y crear nuevas estrategias para prevenir su comisión.
Gely Pacheco, integrante del Colectivo Voces Feministas detalló que la aplicación no consiste en tener un cuerpo policíaco multando al agresor, se trata de registrar las zonas en las que más se frecuenta esta práctica y a quien sea sorprendido se le hará una multa económica de 800 a mil pesos ó 36 horas de arresto.
Lo anterior para que para que las autoridades de seguridad lleven a cabo un monitoreo de las zonas en las que hay mayor incidencia, analizar los posibles factores que lo provocan y con ello, reforzar la seguridad en calles específicas y crear nuevas estrategias para prevenirlo.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *