Acoso callejero, otro tema pendiente en el Congreso

La propuesta de la diputada María Mayo Mendoza, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso del Estado, de reformar el artículo 238 del Código Penal quedó congelado por supuestas faltas de datos contundentes para comprobar este tipo de violencia hacia las mujeres

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]P[/dropcap]ese a que el acoso callejero es una de las formas de violencia más naturalizadas y es considerada como uno de los focos rojos que podrían desencadenar un feminicidio, integrantes de la LXVI Legislatura del Congreso del Estado han decidido no sancionar aquellas actitudes cometidas en la vía pública que pudieran considerarse acoso sexual.
Para muchas personas los piropos en la calle forman parte de la cultura, incluso cuando su contexto es lascivo u ofensivo se limitan a reaccionar al respecto, lo aceptan como algo desagradable pero inevitable y simplemente lo ignoran.
Sin embargo, los piropos callejeros son mucho más que simples halagos. El acoso callejero se define como acoso sexual y se presenta en forma de acciones de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida, puede darse en espacios públicos o de acceso público y se reconoce, principalmente, por la molestia que genera a la víctima.
Sólo en algunos estados de la República el acoso callejero se ha tipificado y considera a las miradas lascivas, piropos, silbidos, besos, jadeos, gestos obscenos, comentarios sexuales, fotografías y grabaciones –sin consentimiento– una violencia sexual.
El pasado 23 de noviembre de 2016, la Visitaduría General Especializada de Atención en Asuntos de la Mujer, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), a cargo de Jakelin Sauza Marín, entregó a la diputada María Mayo Mendoza, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso del Estado, la propuesta para la tipificación del acoso sexual en la vía pública.
Activistas y feministas del estado fueron las principales impulsoras de la propuesta que pide, principalmente, la reforma del artículo 238 del Código Penal que señala el acoso sexual por parte de funcionarios públicos para que también tome en cuenta el acoso sexual en la vía pública por parte de cualquier persona, ejerza o no, un cargo público.
Desafortunadamente, la propuesta no prosperó y hasta la fecha es tema pendiente en el Congreso local.
De acuerdo con la vocera del Frente Feminista de Chiapas, Selene Domínguez, la falta de interés por parte de los legisladores del estado en la tipificación del acoso callejero tiene que ver con el machismo y la misoginia que radica en la entidad.
En entrevista señaló que la propuesta se suma a las muchas que por tratarse de leyes que tienen que ver con el mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres no prosperan.
Uno de los argumentos de los legisladores fue que no hay datos contundentes para que el acoso se pueda tipificar, ya que hay inexistencia de observatorios ciudadanos e institucionales que realicen mapeos y que demuestren que este tipo de violencia hacia las mujeres es real.
Por lo tanto, la Secretaría de la Mujer de Tuxtla Gutiérrez retomó las acciones que grupos feministas habían impulsado tres años atrás, entre ellas la iniciativa «Chiapas contra el Acoso Sexual Callejero» en la que las mujeres participaban en charlas-debates para conocer de fondo el tema.
Basándose en ello, la instancia municipal propuso la creación de una App para conocer las zonas en las que las mujeres sufren más acoso aunque esta aplicación móvil no tiene el objetivo de denunciar la violencia que se sufre en las calles en el sentido estricto sino que servirá como herramienta para identificar las zonas de riesgo a nivel local.
«Daremos más difusión de lo que es el acoso callejero, en qué formas se presenta y por qué debemos erradicarlo, ya hemos conversado con la secretaria municipal de la Mujer, Enriqueta Burelo, para saber en dónde vamos a poner en marcha estas actividades y esperamos que la ciudadanía responda favorablemente».
Selene Domínguez recordó la importancia de erradicar el acoso en la vía pública porque además de limitar el libre tránsito de las mujeres las pone en riesgo de sufrir cualquier otra agresión sexual, además de destacar que es a partir de los nueve años que las niñas comienzan a sufrir este tipo de agresión.
«El acoso no tiene que ver con la edad ni la belleza, tiene que ver con el poder y la impunidad, con la creencia de que las mujeres somos objetos que están para el placer masculino».
La fecha prevista para la presentación de la App es en agosto y esperan dejar una ventana de tres a cuatro meses para poder entregar al Congreso cifras exactas.
«Como ahora comienza el proceso electoral, este tipo de temas quedan congelados o los utilizan para fines electorales, estaremos al pendiente y no descansaremos hasta que los derechos de las mujeres sean respetados y su tránsito libre sea digno», finalizó.

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