Agrede grupo armado a brigada que daba ayuda a desplazados de Aldama

Grupo civil armado de corte paramilitar hiere de bala de alto calibre a la religiosa María Isabel Hernández

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

Una brigada de ayuda humanitaria «Cáritas San Cristóbal A.C.» y del Fideicomiso por la Salud de Niños Indígenas de México (FISANIM), que entregaba alimentos a familias desplazadas forzadamente en la comunidad de Tabak, Aldama, fue atacada por un grupo civil armado de corte paramilitar procedente del sector Santa Martha, Chenalhó.

La religiosa María Isabel Hernández Rea fue herida en la pierna derecha con armas de alto calibre.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C. (Frayba), recibió información urgente por parte de la Comisión Permanente de los 115 Comuneros y Desplazados de Aldama, en donde informaron la situación y como consecuencia, avisaron a quienes integran el Fideicomiso por la Salud de Niños Indígenas de México.

«Esta es una acción criminal, no habíamos podido acercarnos a llevarles alimentos, la gente está en una situación de emergencia alimentaria porque los balazos son diarios en esta comunidad y en todos los de Aldama. Debemos unir fuerzas e indignaciones para que esta situación se detenga ya», denunció una integrante del FISANIM.

María Isabel, tiene 52 años de edad, pertenece a la congregación de las Hermanas Dominicas de la Reina del Santo Rosario y colabora en la Parroquia de San Andrés Larráinzar, integrante de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Su trabajo pastoral con las comunidades de Pueblos Originarios se ha caracterizado por su labor social y profética, construyendo puentes de diálogo y de paz, pero también denunciando las injusticias que viven las familias tsotsiles desplazadas forzadas de Aldama.

Hasta el momento, el gobierno estatal y  federal (quienes ya tienen conocimiento del caso), han sido omisos ante los constantes pronunciamientos que emite el Frayba, para cesar las agresiones armadas a comunidades del Pueblo Maya Tsotsil de Aldama, las cuales sobreviven al asedio que incrementa la crisis de derechos humanos, especialmente la alimentaria y de salud.

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