Al Son del texto / Tina Rodriguez

Como siempre en las afectaciones causadas por fenómenos climatológicos atípicos, se buscan culpables inmediatos, cuando éstos son históricos.
Las autoridades actuales de Tuxtla Gutiérrez estaban obligadas a responder de inmediato a los damnificados, y desde luego en medio de éstos hay categorías pues, en realidad hay familias que si tienen para una recuperación mediata y otras que de plano lo perdieron todo, y esos sí son los verdaderos damnificados, cuando no tienen posibilidades de rehacer en breve tiempo lo que han logrado para la familia en años.
Pero padecemos de lo mismo y todos se declaran dañados casi de manera irreversible, y lo poco que hay para éstos casos o llega de la federación, se reparte por igual sin contemplar las diferencias a que me refiero.
Ya se ha dicho lo mismo que en las crecidas o inundaciones que fueron noticia en Oaxaca, Acapulco o Tijuana, ciudades cuyo desarrollo urbano invadió primero las cuencas de los afluentes y luego definitivamente creció sobre ellos; eso mismo pasó en Tuxtla Gutiérrez, y como en esas ciudades las consecuencias fueron devastadoras.
Claro que en la época en que esos fenómenos sucedieron en las tres ciudades mencionadas, incluso en Tuxtla cuando se desbordó el Sabinal hará 32 años, no existían ni en la imaginación las redes sociales.
Esta vez fue distinto: la lluvia atípica arrojó también una serie de torrentes de comentarios en las redes, los más agresivos más por el desconocimiento que por la frustración; al final fueron pocos los ciudadanos que participaron en los comités de ayuda y menos los que apoyaron a los damnificados con ayuda humanitaria.
Al final de cuentas esa gente va a quedar a expensas de lo que le dé el gobierno municipal, en la medida en que se retire el estatal.
Porque de pronto apareció el gobierno del estado, en su necesidad de imagen, pero no logró el objetivo; le toca al municipio tuxtleco, a su alcalde, afrontar la realidad del daño urbano, aun toda la lluvia de criticas imprecisas a que me referí en un inicio, y pues a resolver aun no exista responsabilidad por los que antaño permitieron a civiles construir sobre embovedados, o taparon con concreto para vialidades, los causes de antiguos arroyos y afluentes del Sabinal.
Hará 32 años, la descarga de más en el Sabinal tuvo culpables anexos: los ciudadanos; la basura que arrojamos. Eran los tiempos de dominio priista en todo sentido, y los medios informativos eran oficiosos. No se hicieron los análisis de ahora, y todo quedó como una descarga «atípica» y hasta se culpó a las pozas de Berriozabal entre otras versiones populares que desde luego, incluyeron la modernización de las riveras del río, es decir se empavimentó el río y se le hicieron andadores colaterales de adoquines.
Lo que sucedió volverá a pasar, eso es inevitable.
Más de 20 afluentes o descargas naturales al Sabinal están o embovedados o cubiertos de concreto, por calles, casas, parques. Sus causes fueron bloqueados. El mismo Sabinal está acotado por el desarrollo urbano y sus veinte metros mínimo de lado y lado no existen.
¿Porqué?
¿Cómo hicieron territorio federal, propiedad particular, o no lo es?
Porque la ley de referencia sobre ríos, lagunas y afluentes tiene vigencia desde hace un siglo, esto es desde 1917.
Salvo se haya modificado, pero tienen que ser reciente, mínimo cuando permitieron a extranjeros tener propiedad a su nombre en litorales mexicanos y de eso no hace diez años.
Sí, fue con los panistas, con quienes más. Antes ningún extranjero podía ser dueño de nada en una playa; sí, todos esos hoteles de renombre mundial, tenían prestanombres mexicanos o mexicanos compraron las franquicias antes de reformada la ley de marras, y a nadie le sorprendió o motivó movilizaciones de protesta porque «vendían a la nación».
No va a pasar nada; no se van a levantar las casas de la gente de donde no tienen que estar; no se van a abrir los causes antiguos: casas y calles seguirán en su lugar, e igual latente, a otro evento igual.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *