Al Son del texto / Tina Rodriguez

El campo chiapaneco no se queja

Debe de estar muy bien el campo chiapaneco que las organizaciones sociales no se quejan de la crisis económica existente.
A lo mejor el campo no ha merecido el apretón de cinturón que se registra en los demás sectores, pues no se les ve en la plaza pública como no hace mucho tiempo, en que incluso se luchaba por un predio invadido hasta legalizarlo.
Desde luego que aun hay pendientes agrarios en el estado, pero parece tema sin importancia salvo para los que padecen el hecho de invasión o legalización.
Pero no hay demandas como en otros puntos del país, en que los grupos campesinos, incluso con representación nacional, se le manifiestan mínimo de las dependencias del ramo, por no decir el palacio de gobierno de que se trate.
Y es bueno, porque durante décadas los campesinos no solo tenían que liar con el problema de la falta de tierra, sino también con el hecho de que militaran en otras siglas que no fuera el PRI.
Hoy eso ya no importa y ni es condición salvo manifestación y exhibición de funcionarios condicionando apoyos a cambio de votos, cuando no acordando «moches» con los líderes corruptos que por sexenios padecieron los hombres del campo, y que se enriquecieron a costa de éstos.
Fueron conocidos los llamados siniestros, pago de seguro de producción, venta de implementos agrícolas, en fin, millonarios presupuestos desviados en confabulación con líderes sin escrúpulos que empobrecieron pero a la vez contaminaron la relación campesinos-gobierno, en lo que se llamó por mucho tiempo clientelismo.
Lo bueno es que no se les ve ahora en sus marchas de antaño, plantándose en la plaza pública pero sin los campamentos del magisterio; eran víctimas de la interperie, el hambre, los desalojos y en medio de eso, el abuso policial, las desapariciones, y demás cosas que ya no se ven ni mencionan, como aquellas guardias blancas que los caciques contrataban hará un cuarto de siglo, para proteger sus tierras de los posibles invasores.
Todo eso se ha de haber acabado, porque las organizaciones campesinas, repito, ya no se manifiestan.
Seguramente se debe a que deben de estar trabajando muy bien en la secretaría del campo, en la delegación federal del ramo, porque no creo que los dirigentes se hayan vendido para mantener controlados a sus representados, aun la crisis económica existente.

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