Al Son del texto / Tina Rodriguez

Ahora resulta que se debe ser comprensivo con una parvada de vándalos que llegaron a hacer desmanes ayer al centro de la capital del estado, porque no le han dado el dinero de la normal rural o la escuela de que se trate. Que se entienda: ya no se le va a dar a comité de alumnos de ninguna; tendrán que aceptar un comité de administración, porque la verdad -desde dentro dicho- unos cuantos se apropian de los recursos, en algo nada democrático.
Disponen también a su antojo de unidades e instalaciones –como el gobierno: a través de un comité a su disposición-, y desde luego de la voluntad de sus compañeros para éstas marchas y acciones violentas, y pobre de aquel o aquella que no están con ellos.
Y la importante: en conocimientos están en la calle, esa es la verdad.
¿Cual es su lucha social?
Pues el no perder el control del dinero, el que les otorguen plazas directas para no hacer examen de oposición, y pasar así de incompetentes a estar frente a aula.
¿Cómo va estar bien eso?
Lo bueno es que la nueva ley educativa es clara: ya hasta los universitarios podrán servir a la educación, si ese es su deseo, porque se necesita no solo el perfil, sino también la vocación, esa que se ha perdido en la confusión de la lucha magisterial que se olvidó de la pedagogía y la búsqueda del conocimiento para depositarlo en los alumnos, en algo sobre lo que ya se ha escrito mucho, y que por más defensa no justifican que, sean las entidades en dónde hay más presencia de la CNTE, las de menor calidad en educación básica.
Sin embargo ayer en las redes sociales filtraron que fue un autoatentado lo que se vio en el parque central de la capital del estado, para evitar el pago o apoyo a las personas de la tercera edad, cuando éste está programado para los días primero y dos de abril, comunicándose a la población interesada a través del medio tradicional: la radio.
Las autoridades verán si no ejercen justicia a los damnificados, porque los hubo, los propietarios de esas instalaciones que seguramente son alquiladas, en esos convenios raros que hacen los funcionarios, cuando todo eso podrían comprarlo y en un sexenio sí que se ahorrarían bastante dinero.
Ahora tendrán que reponer o pagar los daños, pues estaban instalados en el lugar indicado.
Esos agresores pensaron que era propiedad del gobierno del estado.
La ignorancia cuando camina junto a la inconformidad es terrible y temible, no cabe duda.
Se vio en las redes: fue vandalismo, que es delito, y si se solapa la impunidad se volverá anarquía, y esta nos daña a todos tarde o temprano.
Y finalmente no se ven nada bien los vándalos, ya no los estudiantes. Cambiaron su oficio.

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