Al Son del texto / Tina Rodriguez

A mi compadre Rigoberto León Cerpa, por 14 años de «Deportes con Garra»

La cuestión es que a los mexicanos no nos satisfacen los perdones de los políticos; sus errores han causado muchos sufrimientos a los ciudadanos sexenio tras sexenio, y desde luego quebrantos económicos y mala calidad de vida.
La realidad en México es que la corrupción supera al estado de derecho y a diario, recursos que deberían ser destinados para el desarrollo social se van en viáticos, gastos de representación, exceso en uso de unidades, personal de seguridad, en fin, un derroche millonario diario y por todo el país.
Se dice que en México el presidente es rey, que los gobernadores los virreyes y los altos funcionarios como condes o algo así; el gasto en su desempeño es alto pero su rendimiento pobre.
¿Por qué entonces mantener un gasto poco sostenible? Como se dice ahora.
A qué le temen éstos funcionarios de todos los niveles de gobierno que usan hasta dos unidades en su desplazamiento: la asignada y la de vigilancia, y así por todo el país.
¿Cuánto será en dinero público ese gasto al día, a la semana, al mes, al año?
No se vale que en un país tan afectando por las crisis recurrentes, internas y externas, los funcionarios anden a todo lujo, cuando su gente está cada día más pobre.

Al Son que me toquen

El Sistema Nacional Anticorrupción era dentro de las reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nito, de las más importantes; esa iniciativa incluso fue enviada por éste aun como presidente electo, al entregársela en noviembre de 2012 a los coordinadores de sus grupos parlamentarios del PRI y del PVEM en el Senado y la Cámara de Diputados.
Según se conoció entonces, Peña Nieto proponía un Sistema Nacional Anticorrupción como una Comisión similar a la CNDH, autónoma y con poder de injerencia no sólo en todos los órdenes del poder público, sino dentro de la sociedad. Esto es que la propuesta de hace días lleva -con algunos cambios- los mismos objetivos y alcances.
El SNA dotará de mayores facultades a la Auditoría Superior de la Federación y a la Secretaría de la Función Pública y creará la Fiscalía Anticorrupción, como órgano persecutor dentro de la PGR, además de que termina con el viejo concepto de que la corrupción sólo atañe a los funcionarios federales o estatales, para ampliarlo al resto de los poderes y a la sociedad, creo entender, o lo que es lo mismo que la corrupción somos todos en éste país.
Asi se esa magnitud, ni más ni menos.

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