Al Son del texto / Tina Rodriguez

No se necesita mucho para evaluar que el llamado de alerta a sus ciudadanos por parte del departamento de Estado de los Estados Unidos, en torno a que Chiapas es una entidad violenta, para decir que esa versión es falsa.
No por las versiones o desmentidos que pueda hacer el gobierno de Manuel Velasco Coello, sino porque los propios índices de seguridad nacional lo reflejan, y por aparte, los estadísticos del INEGI, que señalan desde hace varios años que nuestra entidad es la más segura del país.
DE acuerdo a la evaluación gringa, la entidad tiene puntos álgidos que presentan uno o dos agresiones a estadunidenses, nada que lamentar, pero así es ahora el alarmismo en EU, con un presidente que exagera en el uso de sus redes sociales.
A lo más que tenemos en Chiapas que se organiza y comete violaciones a la ley, son las organizaciones campesinas o estudiantiles o el magisterio, que bloquean carreteras o toman edificios o sitian ciudades, como medida de presión para que le den respuestas a todas sus demandas, en esa estrategia que es más amarillismo que cosas que lamentar, salvo se refieran también a los ajusticiamientos que indígenas de algunos municipios le han aplicado a ladrones e incluso a sus propias autoridades, en eso que dicen son usos y costumbres, y que en realidad es una barbaridad que amerita todo el peso de la ley.
De ahí en fuera no se observa esos actos violentos o de inseguridad, que compara EU con Guerrero, Veracruz o Quintana Roo, entidades en dónde el crimen se disputa no solo las plazas, sino que también escenifica tremendos enfrentamientos en los que no es una casualidad: los puertos de Cancún, Acapulco y Veracruz.
Desde luego que leí en redes a no pocos que hasta celebraron que EU incluya a Chiapas en sus listados, sin saber lo que ello perjudica a la mejor industria que tenemos como lo es el turismo, y que genera miles pero miles de empleos que no tienen nada que ver con el gobierno, porque esos prestadores de bienes y servicios ya no quieren darle fiado a los que gobiernan.
Pero así es esto de llevar la contra por la contra, perdiendo la brújula en lo que sí es grave, y más valdría preguntar por qué, EU, incluyó a una entidad que no llega a los índices de inseguridad de las entidades consideradas en alerta amarilla en cuanto a crimen organizado, como las Baja Californias al norte del país.

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