Al Son del texto / Tina Rodriguez

Desde luego que no causó sorpresa que Agustín Basave quedara de dirigente nacional del PRD en sustitución de Carlos Navarrete, pues la cargada era clara para quien fuera años atrás asesor priista, y que llevará de compañía en la secretaría general a Beatriz Mujica Morga, la ex candidata perdedora del PRD por Guerrero, vieja conocida de Chiapas, y quien viniera en varias ocasiones al ser la presidenta de la comisión de asuntos relacionados a atentados en contra de periodistas cuando fue parte de la LX Legislatura Federal, hará seis años.
No es nuevo lo que sucede en el PRD en que llegan a posiciones de decisión quienes no han tenido carrera al interior de éste: Basave se sabe es de reciente afiliación y eso no impidió que la cargada se diera en su favor, pues esa fue la instrucción, por sobre los aspirantes de carrera incluso senadores como el chiapaneco Zoé Robledo, quien fuera borrado de la posibilidad de manera interna, lo que lo obligó a hacer fuertes declaraciones que hicieron sospechar que se saldría del Sol Azteca.
Senador propietario, Robledo ha trabajado intensamente en la búsqueda de unidad al interior de las corrientes chiapanecas de su partido, completamente divididas aun el riesgo que han corrido a tener casi nada de presencia política.
Esta situación se incrementó ante la imposición del dirigente actual en el estado, César Espinosa Morales, de clara cercanía al primer equipo en el poder solo que éste es verde, por lo que en un momento determinado lo llamaban el verdeamarela, y no precisamente por brasileño.
La realidad es que la nueva dirigencia chiapaneca del perredismo no fue destaca, los resultados electorales lo aplastan en su capacidad de cobertura, y los manejos jurídicos lo desnudaron de corrupción política en su intención de llegar como sea y fuera al congreso del estado, cosa que la sala regional del TRIFE le votó, por improcedente, al grado tal que la dirigencia nacional de su partido, le iba a abrir las cuentas, pero por algo –como siempre pasa en ese partido- no sucedió o ha sucedido.
Es muy temprano aun para hablar de una sucesión, y más en las candidaturas en un partido tan desarticulado: el PRD no tiene presencia en las 14 entidades a disputarse en 2016, como tampoco estructura electoral en Chiapas como para que Zoé Robledo venga en busca de la gubernatura, salvo la empiece forjar desde hoy, como lo hizo Manuel Velasco en otro momento.

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