Al Son del texto / Tina Rodriguez

Es la fecha en que no existe un almanaque real de la presencia de la mujer en el sector público, y muy seguramente ello no llama la atención de la secretaría de empoderamiento que ni lo ha difundido, y mucho menos de la comisión del rubro en el congreso del estado, ni ha sido exigencia mínima de las activistas, en torno a éstas posiciones, que no deben ser pocas, desde regidurías, mandos medios en alcaldías y dependencias estatales y las delegaciones federales, obvio alcaldías, jefaturas de área, direcciones, subsecretarias y titularidad en las secretarias del gabinete legal y ampliado.
Tenemos el dato concreto de las legisladoras estatal y locales y hasta ahí.
¿Cómo entonces hablar de empoderamiento de la mujer? Si tal parece que a éstas no las une un sentido solidario a sus iguales y caen en la misma línea marcada por el aparato: el institucionalismo al gobierno o su partido respectivo, o el individualismo de servirse con lo logrado.
Se observan por ahí ya muchas organizaciones o grupos de activistas que la verdad trabajan de manera disociada, en algo que no debería ser de varias cuerdas para jalar solo de una, pero persiste, parece, que todas quieren ser protagonistas de sus propias trincheras lo que pulveriza la lucha y desde luego, los logros.
El reciente trato que se le dio a las madres solteras denota una clara falta de respeto a sus derechos como madres pero a la vez como ciudadanas, y la cuestión es que sin información alguna se les mantuvo por horas al sol candente y ello, demerita la finalidad misma del programa que lo torna casi de mendicidad.
Seguramente el coordinador es un hombre, pero si me equivoco, que mal si es una mujer.
La cuestión que de la misma manera se reporta falta de atención a cosas de agresiones a mujeres, violaciones, asedio o acoso, y las cosas en la letra se diluyen en los hechos, y nos quedamos sin datos otra vez.
¿Cuántos feminicidios, violaciones, acosos se registraron en 2015? Y ¿Cuántos se resolvieron satisfactoriamente para hacer justicia a las ultimadas, vejadas, molestadas?
Nada, no tenemos nada y tenemos entonces que el activismo sigue siendo solo de eventos en la cómoda, de fechas qué conmemorar, y no de un trabajo para la información social que permitiera llenar ésta columna de estadísticas, distante a los lucimientos y las fotos entrevistas, (denuncias), para el Facebook.

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