Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

Buchaca sin fondo

Lo querían todo para sus chuchulucos
¿Será que devolverán lo robado al Erario?

Que ¿cómo va el asunto de los multimillonarios desvíos de dinero en el Sector Salud en la administración de Peña?
En una semana, más o menos por la mitad de marzo, lo sabremos.
¡Es tanto lo que los gobernantes del pasado inmediato le robaron al Erario!
Cómo dicen los mexicanos del sur-sureste, no tenían llenadero.
Lo querían todo para sus cuentas bancarias, las de aquí y las de Panamá.
Dinero fácil. Mucho dinero para retirarse a España o a cualquier centro veraniego europeo.
Hace una semana, concretamente el día 2 de este marzo, varios órganos de prensa difundieron una investigación, presentada por las asociaciones Impunidad Cero y Justicia Justa, que descubre un estercolero en el sector salud, durante el tiempo de José Narro, el ex rector de la Universidad, entonces secretario de Salud de Enrique Peña. Dicen las malas lenguas que este expresidente anda a salto de mata por los antros españoles de lujo, mostrando su característica ligereza y lujuria. Del médico, tan anciano como este escribidor, este escribidor está sin noticias.
Pero lo más grave es que dejaron un gran boquete en las finanzas de las instituciones presuntamente cuidadoras de la salud de la gente. Buen negocio. Grandes ganancias. Una generosa robadera.
No son nada despreciables los recursos que, tan sólo en cinco años (de 2014 a 2019), fueron destinados a todo, menos al cuidado de la salud de los mexicanos.
Son exactamente 4,179.000,000 de pesos. ¡Cuatro mil millones! Híjole. Harto dinero para el ganador.
Y cómo le hacían. Pues mediante facturas falsas de empresas falsas. Unas 22 mil 933 facturas falsas. Los contadores del Sistema de Administración Tributaria y de la Unidad de Inteligencia Financiera llevan investigaciones que, en su momento, van a sorprender a todo el mundo.
Y el Estado de México es la entidad federada con más desvíos: mil 804 millones de pesos.
En el Seguro Social (IMSS), que actualmente dirige el chiapaneco Zoe Robledo, fueron desaparecidos 321 millones de pesos, «pagados» a «empresas fantasma».
El ISSSTE no se quedó atrás. Tampoco el ISSFAM (Fuerzas Armadas) y la Secretaría de Salud. Y la «actividad» de tales empresas fantasma o ficticias eran: «consultoría», «prestación de servicios», «distribución» y «entrega». Sólo una compañía se refería a algo farmacéutico.
Existen 837 empresas fantasma identificadas, ya enlistadas por el SAT, que desviaron los recursos públicos, 80 por ciento de los cuales se concentraron en 23 compañías.
El mayor número de facturas falsas son de empresas ligadas con el Gobierno, entre ellas la Secretaría de Salud, Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX, empresa del Gobierno mexicano dedicada a la investigación y desarrollo de vacunas), institutos nacionales, así como el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
El anuncio de este gran desfalco en detrimento de los servicios de salud fue hecho hace una semana. En la siguiente, después del 15 de marzo, las denunciantes podrían presentar demandas penales ante la Fiscalía General de la República (una vez que tengan la información muy bien consolidada), sobre las 90 instituciones públicas involucradas en la multimillonaria facturación falsa.
Y fíjense en el efecto del robo: Con los más de 4 mil millones de pesos desviados, hubieran podido comprarse 80 mil camas de hospital, o invertirse en el tratamiento de 41 mil pacientes con cáncer de mama.

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