Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

Entre la pandemia y la guerra

 

Netanyahu tendría ya que haber detenido la agresión a Gaza

Un corazón grande para salvar a América Latina del coronavirus

 

Dos asuntos absolutamente relevantes han estado fijando la agenda mundial, este jueves. Por un lado, el ínfimo acceso de la inmensa mayoría de los países latinoamericanos a la vacuna anti covid-19. Tan grave es el problema, que obligó a Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, a dar una voz de alarma.

El segundo asunto es el bombardeo con misiles de Israel contra los palestinos de La Franja de Gaza, que ha ocasionado ya muchas bajas humanas y que, este fin de semana, podría ser puesto por Israel en un stand by, si declara la tregua que le pidió el patrón desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington.

Testigos de la agresión israelí al enclave palestino de Gaza esparcieron la noticia, sin confirmar hasta la tarde de ayer jueves, pero que abriga grandes esperanzas, en el sentido de que, a pesar de la escalada de violencia israelí, una tregua habría estado decidiéndose la noche del jueves. No me lo crea a mí. Es una versión generalizada. Y ciertamente no es una noticia falsa. La pidió Joe Biden a Netanyahu.

Adicionalmente, un funcionario egipcio de inteligencia, sin nombre obviamente, como se acostumbra en estos casos de alarma mundial, dijo a la prensa asociada que, probablemente, se acordaría un alto el fuego el jueves por la noche o el viernes por la mañana, después de que Estados Unidos respaldara los esfuerzos de Egipto por detener las hostilidades.

A horas de la mañana de este viernes 21 de mayo, la tregua ya debería de estar vigente y puede pensarse que sería una obediente respuesta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a los reclamos del jefe de la granja, Joe Biden, su patrón mayor, quien se ha despojado del plumaje de halcón, exclusivamente en el caso.

Es lo que más deseamos. Ya basta de tanto muerto. Luchemos contra la pandemia para librarnos de la muerte, pero porque los estados nacionales tienen que apostar por la violencia de la guerra. No podemos aún con los estragos el coronavirus. Por qué, amigos israelíes, insistir en guerras de destrucción masiva.

El segundo asunto, que ahora traigo en la agenda de Análisis a Fondo es América Latina, éste ya maduro Continente de la Esperanza, como lo calificamos en aquellos años 70, entre dictaduras y golpes de estado, encabezados por embajadas estadounidenses, y liderados por agentes muy experimentados en la destrucción de estructuras gubernamentales democráticas, emanadas de la votación de sus pueblos.

Concretamente, ahora preocupan los estragos de la covid-19 en la mayoría de los países latinoamericanos, unos de los más azotados por la pandemia, donde el acceso a la vacunación ha sido ínfimo y, aunque existen esperanzas de que mejore, durante la segunda mitad de 2021, los desafíos de la inmunización, por ahora, postergan el control de la mortal enfermedad, como advierten los despachos de la prensa asociada.

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, lo advirtió solemnemente: «Necesitamos, de manera urgente, más vacunas para Latinoamérica y El Caribe, una región que ha sido puesta a prueba por esta pandemia». Tres de cada cinco de los países con más casos de enfermos están en las Américas, según la OPS.

Brasil ocupa el tercer lugar entre todas las naciones con más enfermos, detrás de Estados Unidos e India, y el segundo con más muertos, sólo debajo de Estados Unidos, de acuerdo con el Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins. Argentina, Colombia, México, Perú y Chile, entre otros de la región, aparecen también en la lista de más afectados.

Y en nuestros países ciertamente no tenemos ninguna posibilidad de que el Coronavirus decrete un periodo de tregua, como podría ocurrir en Palestina, donde Inglaterra enclavó, hará unos 75 años, el Estado de Israel.

México es uno de los privilegiados en el reparto de vacunas anti covid-19. Ya vacunó a los profesores de escuelas públicas y particulares. Ya casi está listo para reiniciar el retorno físico a los centros escolares. Es muy importante sicosocialmente que los niños se reencuentren con sus maestros y compañeros.

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