Análisis a Fondo / Francisco Gómez Maza

¡Vámonossssssss!

· 20 mil kilómetros de vías para trenes de pasajeros

· La contradictoria herencia del dictador Don Porfirio

¡Vamonossssssss!

Es el ferrocarril que reinicia su travesía por todo el territorio nacional. Ahora será jalado por electricidad. Vendrá desde Yucatán, atravesará el istmo, dará la vuelta por las tierras bajas de Chiapas, los hermosísimos paisajes de Veracruz, hasta encariñar las estaciones del puerto jarocho, cruzar la Ciudad de México, llegar a Guadalajara y seguir por el litoral del pacífico, cruzando Sinaloa, Nayarit hasta arribar a Sonora y Baja California, el ferrocarril volverá a ser las venas del vibrante cuerpo mexicano. Esa telaraña de trenes que un día destruyó el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Y que era una hermosa, contradictoria, herencia del dictador.

Estallará de nuevo una revolución montada en el ferrocarril, en las venas abiertas del México moderno. Lo que el neoliberalismo, en manos del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, como destructor de las redes de tráfico del ferrocarril, que envolvía en los sueños a la muchachada al escuchar el pitazo del ferrocarril, anunciando su salida en los andenes de la estación central de Buena Vista, desde donde nos desplazábamos a prácticamente todo el territorio nacional, a la frontera con Centroamérica, a las tierras bajas de Chiapas, hasta llegar a La Libertad, a admirar los platanares que se enviaban en carros o vagones refrigeradores y que iban a dar a la mesa de las familias estadounidenses.

O subirse al ferrocarril rumbo al puerto de Veracruz o el del Istmo de Tehuantepec y desembarcar en Salina Cruz, o llegar a la estación central de Ciudad de México y continuar hasta la Perla de Occidente, Guadalajara, a Mazatlán, tomar el ferri y llegar a Chipinque, el puerto a donde desembarcaban cientos de productos agrícolas o de diversa índole para comerciarlos en plena península de Baja California.

Rehacer aquella red soñadora de ferrocarriles que, en medio de su locura nos heredó la dictadura de Porfirio Díaz. A muchos periodistas aún nos tocó treparnos a un tren para viajar a cualquier parte de este cuerpo de maíz, petróleo, gas y ganado cebú. Viajamos por la nota, por la entrevista, por el reportaje, por seguir la investigación de lo novedoso. Pero las máquinas de viajar fueron desmanteladas y se entregó el sistema a las garras filosas del neoliberalismo, manejadas con lujo de odio por aquel presidente llamado Ernesto Zedillo Ponce de León, quien cambió todo por el plato de lentejas de un contrato como asesor de las empresas ferrocarrileras a las que les entregó todo el sistema ferroviario mexicano y que, ahora, el presidente López Obrador ha emplazado a que reconstruyan el sistema de trenes de pasajeros para darle nuevas oportunidades de viajar fácilmente, a precios baratos, a los mexicanos-El presidente Andrés Manuel López Obrador ya ha anunciado que alista un decreto con el objetivo de destinar alrededor de 20 mil kilómetros de vías férreas al servicio de pasajeros; que actualmente son utilizadas por trenes de carga.

“Si el Estado mexicano, en beneficio del pueblo considera necesario restablecer el servicio de trenes de pasajeros, puede hacerlo en cualquier momento. (…) Está en la Constitución y en la ley, es nada más hacer uso del derecho que tenemos para que se utilice toda esa infraestructura en beneficio del pueblo de México, entonces voy a dar a conocer antes del día de 20 de noviembre el decreto”, ha venido informando desde el atril de su conferencia matutina. El Gobierno de México convocará de manera preferente a los actuales concesionarios de vías férreas de carga a sumarse a este esfuerzo de devolver el servicio de pasajeros a partir de la presentación de proyectos formales.

“Vamos a darle primero la preferencia a quienes ya tienen las concesiones de trenes de carga para que, en un tiempo razonable, nos presenten un proyecto y se conviertan esas vías que se utilizan para trenes de carga, desde luego, mediante su reparación, modernización, electrificación, porque nos va a ayudar mucho a enfrentar el problema de la contaminación”, subrayó.

En caso de no participar en esta iniciativa, dijo, el Estado mexicano directamente iniciará un programa orientado a la adquisición y administración de los trenes de pasajeros, utilizando las mismas vías con el objetivo de hacer que vuelva el servicio de trenes a México.

De acuerdo con información de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, las principales empresas asignatarias y concesionarias en el país son: Kansas City Southern de México, Ferromex, Ferrosur y Ferrovalle.

El mandatario estimó que las empresas concesionarias tendrán hasta enero para demostrar interés y compromiso. Los trenes de pasajeros, dijo, legalmente tienen prioridad en horarios.

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