Antonia: una sinfonia

La película plantea la lucha de una mujer (Antonia Brico) para convertirse en directora de orquesta, y después ser directora residente

Sandra de los Santos / Aquínoticias

La recomendación me llegó por varios lados así que no podía eludirla. «Antonia: una sinfonía» es una película de la cineasta holandesa, María Peters que habla de la vida de la directora de orquesta, Antonia Brico.

Debo de confesar que antes del filme no sabía nada de Antonia Brico, pero después me dediqué a indagar de la vida de la artista holandesa. Lo que se cuenta de ella me resultó más fascinante (y también indignante) que la versión edulcorada de la película.

Cualquier obra basada en hechos reales siempre nos deja con la duda de qué tanto es real y qué se hizo en aras de la dramatización, la narrativa de la película y lo que se deseaba transmitir ya sea para hacerla más comercial u otro fin.

Netflix, como otras plataformas de contenidos mediáticos, realizan mucho de su contenido (capaz y todo) con base a los análisis de consumo de su audiencia. Las películas y series que hablan del empoderamiento femenino y cuestionan los estereotipos de género es algo que está teniendo auge y qué bueno.

La película plantea la lucha de una mujer (Antonia Brico) para convertirse en directora de orquesta, y después ser directora residente. En el camino se enfrenta con hostigamiento sexual, el amor romántico, los mandatos patriarcales de la sociedad y la precariedad económica.

Brico desarrolló su carrera entre los años 20´ hasta los 70´, tuvo una larga carrera en la música, pero muy poco reconocida. Los problemas a los que ella se enfrentó se siguen dando para las mujeres en la música: hostigamiento y acoso sexual, precariedad económica, falta de compatibilidad entre la vida familiar y su carrera, falta de oportunidades. Las mujeres, como Antonia, tienen que convertirse en sus propias promotoras para lograr contratos y su carga de trabajo se vuelve extenuante y no les permite dedicarle más horas a su profesionalización.

El filme me dejó con la sensación de que algo no se concretó, no se terminó de contar, como que se quedó a la mitad de lo que quería transmitir. Pero, me gusta que haya puesto en la mesa el tema de las mujeres en la música y su poca visibilidad. Es algo que se sigue padeciendo, tan solo nos cuestionemos a quiénes escuchamos de manera cotidiana. Se nos hace  común ver bandas integradas de hombres, orquestas dirigidas e integradas por ellos, pero no cuando se trata de ellas.

La película se puede ver en Netflix a partir del 27 de julio y es clasificación B así que puede ser una buena alternativa para ver en familia en estos días.

 

 

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