AQUÍ EL EDITORIAL / MÁS PUEBLO QUE ESO

[dropcap]E[/dropcap]l expresidente de México Adolfo López Mateos alguna vez declaró que «la libertad sin orden es anarquía» y que «el orden sin libertad es dictadura». Hoy sus palabras deberían cobran particular resonancia cuando, por un lado, las autoridades parecen empeñadas en aplicar a la fuerza una política pública educativa (la evaluación docente) y, por el otro, los maestros disidentes se muestran dispuestos (lo han venido demostrando) a defender a sangre y fuego lo que es su «absoluta verdad».
Lo decimos claro: no queremos más violencia. Ni contra las instituciones, ni contra la ciudadanía, ni contra el magisterio. Rechazamos todo tipo de violencia porque de ella sólo se desprende la fragmentación como sociedad, la confrontación como pueblo y el alejamiento de las instituciones de su función primordial: representar y proteger el interés común de los gobernados.
Hacemos un llamado a priorizar no agotar el diálogo y a informarse a detalle de los alcances y efectos de la llamada reforma educativa. Ninguna acción de gobierno, ni ninguna defensa de intereses, legítimos o no, valdrá nunca la pérdida de vidas, la vulneración de los derechos humanos y el daño moral y económico a terceros. Somos más pueblo que eso.