¡Cuidado con decreto para la Frontera Sur!
¡Cuidado! El decreto recién firmado por el presidente López Obrador, mediante el cual se otorgan beneficios fiscales y se reducen impuestos como el IVA e ISR en los municipios de la frontera sur, podría no tener los beneficios anunciados, toda vez que sus resultados dependerán de diversos factores y medidas adicionales que aún no han sido puestas sobre la mesa.
El asunto podría verse con simplismo o bajo explicaciones complicadas de operaciones numéricas insondables y el resultado práctico sería el mismo: las condiciones económicas de la frontera norte con la del sur, son diametralmente opuestas; en la mayoría de municipios de la franja fronteriza con los Estados Unidos, hay una industria floreciente y un flujo comercial constante entre los dos países.
Si revisamos la tasa de crecimiento económico de los estados colindantes con USA, veremos que ésta, por lo menos es estable con tendencia a cierto crecimiento. De hecho, Baja California es el estado que mayo crecimiento reporta en su PIB. Chiapas, en contraparte, tiene un crecimiento, oscilante, de solo el 2 por ciento.
¿Beneficia la reducción de impuestos? Sí. De los municipios que hacen frontera con Guatemala y que entran en las listas de beneficiados, siete están considerados como de los más pobres del país. Ocosingo, Maravilla Tenejapa, Las Margaritas, Benemérito, Marqués de Comillas, Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero. Pagar ocho pesos menos por un producto, les significará un ahorro importante en su economía familiar. Y en los demás municipios, por supuesto que tendría el mismo impacto.
¿Estímulos fiscales? ¿Para qué? ¿O para quién? Salvo Tapachula, Palenque y Ocosingo, podrían tener tales beneficios, pues estos tres municipios tienen una actividad económica fuerte, sostenida: Ganadería, turismo, comercio a gran escala, producción agrícola, etcétera. La Trinitaria, Frontera Comalapa, Motozintla, Cacahoatán, Unión Juárez, Tuxtla Chico, Metapa, Frontera Hidalgo y Suchiate, poco podrían hacer con éstos, si no es que nada.
Aquí es donde surgen dudas e interrogantes sobre las medidas adicionales que, suponemos, tienen proyectadas los autores del decreto firmado por el presidente de la República. Dejarlo solo como un «decreto de buena voluntad», sería un error y un acto más de demagogia. Es honrado decir que las exenciones y estímulos otorgados, no son un favor presidencial, ni el cumplimiento de una promesa de campaña; es resultado de propuestas legislativas que el presidente, solo firmó.
En ese contexto, es válido preguntar tanto al senador Eduardo Ramírez Aguilar como al gabinete económico de Chiapas, cuáles son las medidas adicionales que se tienen contempladas para lograr que el proyecto se consolide y no vaya a pasar como cientos de programas, políticas, acuerdos y pactos que han fracasado en esta zona.
Habrá que ver las estrategias que se deben tener para, por ejemplo, crear y fortalecer una economía mixta entre Chiapas y Guatemala; suponemos que deben haber previsto programas de importación-exportación, de promoción de microrregiones económicas para insertar a los municipios pobres en una economía más dinámica entre el estado y el vecino país. No sabemos si tomaron en cuenta la situación geográfica-comercial de las más importantes y cercanas entre sí, ciudades de Chiapas y Guatemala.
El tema de la seguridad, queremos creer que no lo dejaron fuera. En toda la franja fronteriza, los llamados «pasos fronterizos», son casi nulos. El flujo de productos entre lado y lado, es en su mayoría, de manera ilegal. Miles de reses, por citar un ejemplo, cruzan a diario la frontera, sin registro sanitario, y por supuesto, sin el pago de impuestos. Por eso el decreto es incierto, porque sin reglas claras, control efectivo y medidas concretas, el contrabando seguirá ganando terreno… ¡y mucho dinero!
A la par, debe haber programas efectivos para, de verdad, reactivar el Puerto Chiapas. De todo lo que gobiernos anteriores han ofrecido, nada se ha cumplido; quedó el muelle, en atracadero de barcos con pasajeros que buscan aventuras sexuales.
Otro tema que, esperamos pongan sobre la mesa es el de la migración; es un problema global que requiere respuestas globales, sí, pero también, de políticas públicas domésticas para evitar que la llegada de miles de migrantes, obstruya las actividades económicas.
Insistimos: no debe quedar esto, como un «regalo» unipersonal; como un mero acto político sin sentido. El gobierno federal, el gobierno del Estado, los diputados y senadores, tienen la obligación de unir esfuerzos para consolidar el proyecto. No se queden aplaudiendo; hagan lo conducente para sacar a Chiapas de su ya permanente crisis económica.