De acuerdo con el IMSS, el 75 por ciento de las y los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a China y los Estados Unidos; depresión, ansiedad y ataques de pánico, son algunas de las consecuencias que puede provocar a los empleados
Lucero Natarén / Aquínoticias
Aun cuando en el país existe la Norma Oficial Mexicana 035 (NOM-035), la cual «obliga» a los empleadores a corregir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, no acatarla ha provocado que al menos el 75 por ciento de las y los mexicanos padezca fatiga por estrés laboral, superando a China y los Estados Unidos, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Otro tema más fuerte que se ha señalado es que, ante la pandemia del COVID-19, el estrés laboral y sus efectos negativos se han agudizado, pues la Secretaría de Salud advierte que los problemas que esto conlleva es que un empleador puede llegar a faltar al trabajo hasta 25 días al año a causa de la depresión, nueve días por ansiedad generalizada y 20 días por ataques de pánico.
Por otro lado, Francis Covarrubias, gerente de Employee Experience, Sodexo Beneficios e Incentivos México, indica que, «ante todo este escenario, sería importante saber si las empresas saben cuánto les cuesta un empleado estresado. Como líderes, es necesario identificar en qué parte de las relaciones internas, la cultura organizacional y las condiciones de trabajo existen riesgos que puedan tener influencia negativa en la salud, rendimiento, satisfacción y bienestar de la organización».
Ante esto, en octubre pasado, la organización especializada en capital humano WellLatam difundió los resultados de su estudio «¿Qué tan saludable-mente trabajamos en México?», el cual destaca que hasta ese momento en el país solo 32 por ciento de las empresas había cumplido en su totalidad con la NOM-035.
Esta norma, vigente desde octubre del 2019, busca identificar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, la violencia laboral y promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo. Esta aplica en todo el territorio nacional y de acuerdo con el número de trabajadores de cada empresa.
Es importante resaltar que conociendo la magnitud del problema, las pocas empresas que han prestado atención a este tema han optado por contar con programas que promuevan la salud integral de sus colaboradores como Vivir Bien, la cual no solo busca cumplir con la normatividad sino respaldar un ambiente laboral saludable y de cuidado para que las personas cuenten con tiempo de calidad dentro y fuera de la oficina.
«Este servicio no solo implica estar al día con la norma y políticas establecidas, sino que ayuda a reducir los problemas reputacionales, incrementar la productividad y compromiso de los trabajadores, reducir los niveles de rotación y mejorar el ambiente de trabajo».