Capuchas contra la criminalizacin de la protesta feminista

Encapucharse no sólo tiene una función estética, les ayuda a las mujeres a soportar los gases que usa la policía en su contra

Hazel Zamora Mendieta / Cimac Noticias 

Ciudad de México. De tela negra, fosforescente, bordadas, con lentejuela o flores, o simplemente playeras amarradas, las capuchas son un medio para prevenir abusos policiacos y proteger la identidad de las mujeres que participan en las manifestaciones feministas de la Ciudad de México. 

Sin embargo, como señala la reciente investigación de Amnistía Internacional (AI) «México, la era de las mujeres», quienes cubren su rostro en las protestas contra la violencia hacía las mujeres, enfrentan el estigma de las autoridades de que «van a hacer algo», un delito o falta administrativa, hechos que derivaron en 2020 en la detención arbitraria de varias manifestantes en diversos estados del país.

Encapucharse no sólo tiene una función estética, les ayuda a las mujeres a soportar los gases que usa la policía en su contra, asegurar el anonimato y como señala AI, «les permite construir una identidad colectiva, donde no hay liderazgos o figuración de una sola persona».

En el informe de Amnistía Internacional se resalta que el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha indicado que el hecho de que las y los participantes en una protesta se cubran la cara o tomen otras medidas para participar anónimamente puede formar parte del elemento expresivo de una reunión pacífica o servir para contrarrestar las represalias o proteger la intimidad, en particular en el contexto de las nuevas tecnologías de vigilancia. En países como Chile las capuchas también han sido un ícono de la lucha feminista.

Esta serie de retratos fueron tomados durante la manifestación en la Ciudad de México del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

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