Chiapas desde el Senado / Zoe Robledo

Invisibles

Hace unos días, desde tribuna del Senado de la República, me referí al punto de acuerdo por el que se exhorta a la Secretaría de Gobernación a coordinar la elaboración de un diagnóstico nacional sobre el fenómeno de desplazamiento forzado interno en México, incluyendo la creación de un registro estadístico nacional, la adopción de medidas y políticas acordes con los principios rectores de este fenómeno y cumplir a cabalidad.
Como antes hemos expresado, el desplazamiento interno forzado en México tenía una ubicación muy precisa y era Chiapas justamente, desplazamiento por violencia producto de intolerancia religiosa, desplazamiento por cuestiones que tenían que ver con problemas agrarios; bueno, incluso desplazamiento por grandes proyectos de desarrollo como todo el establecimiento del sistema hidroeléctrico en Chiapas que generó que poblaciones enteras, como la de Chicoasén, tuvieran que verse desplazadas.
Sin embargo, el problema del desplazamiento forzado ha crecido de manera exponencial por otra causalidad, la causalidad de la violencia, de la guerra contra el narcotráfico que genera estos problemas asociados con millones, quizá, de mexicanos, según el Monitoreo Noruego sobre Desplazamiento Interno, que tienen que salir de su lugar de origen, dejar su trabajo, dejar su familia.
El problema es que durante seis años los desplazados internos en México fueron invisibles, hoy incluso el relator especial de Naciones Unidas sobre el Desplazamiento Interno, el doctor Chaloka Beyani, ha planteado que no ha recibido la invitación del Gobierno Federal para poder venir a México a ejercer su trabajo.
México ya es un foco rojo frente al tema de desplazamiento interno forzado, sin embargo, el Gobierno no lo quiere invitar como sí lo hizo ya en una ocasión en el 2005 cuando vino la entonces relatora Francis M. a una visita y de donde sacaron conclusiones del estado de los desplazados en México.
De 2005 a la fecha, el fenómeno se ha transformado de manera trágica, porque pasamos de 25 mil desplazados en Chiapas a, según algunas estimaciones, quizá, un millón.
Según la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos el asunto se resuelve de manera legislativa, tiene que haber una ley específica, la propia ONU es lo que les sugiere a los países que tienen desplazamiento interno, que hagan una ley específica.
En el Senado está presentada, desde diciembre de 2012, una Ley General para la Prevención, Atención de Desplazamiento Interno Forzado; está en las comisiones de Gobernación y Estudios Legislativos, Segunda. Sin embargo a la fecha no se ha dictaminado porque seguimos creyendo que en el país no hay desplazados.
Los desplazados son una realidad que hay que aceptar. En México el fenómeno está presente, está creciendo y está generando más dolor a estas familias.
Soluciones hay muchas. Está el planteamiento que sea una reforma a la Constitución, un planteamiento que se ha hecho desde 2005. Yo creo que debemos de ir y escuchar a los expertos, y en este caso el experto es el titular de la Relatoría Especial sobre Desplazamiento Forzado.
Chiapas tiene una ley de desplazamiento interno, la primera en el mundo de un estado subnacional; la tiene, no la aplica, pero la tiene. Bueno, no caigamos en el mismo error, vamos hacia la Ley Federal de Desplazamiento Interno Forzado en México, dejemos de hacerlos invisibles.
No son migrantes, porque el migrante está ejerciendo su propia voluntad de migrar; no son damnificados, y por lo mismo no se debe de tratar el fenómeno como si fueran damnificados; son desplazados internos, se debe prevenir, evitar el desplazamiento y cuando es imposible prevenirlo, se deben buscar soluciones duraderas.
El retorno al lugar de origen o el establecimiento por parte del Estado de condiciones para una vida digna en un nuevo lugar es lo que se plantea, sin embargo no se quieren ejercer recursos y se dice que pues que no, que hay un problema de orden más bien presupuestal.
Qué bueno que el tema está puesto en la mesa del Senado y sí haría un llamado a las dos comisiones que tienen esta iniciativa a que la dictaminen a la brevedad. Si la van a echar para atrás, que lo digan, y que se vote entonces en contra, pero creo que es lo responsable seguir hablando de los temas, porque no decirlo, guardar silencio, no los va a hacer desaparecer.

El autor es Senador de la República por Chiapas

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