Chiapas y las consecuencias de los despidos masivos

Economistas coinciden en que la pobreza, el desempleo y la delincuencia están relacionados y son las principales causas de inseguridad en un país. Raúl Domínguez Molina, de la EBC Campus Tuxtla, explicó que cuando ocurre una desaceleración económica hay un importante incremento de trabajos informales

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]a informalidad, el empleo y la productividad en la entidad chiapaneca aún representan las tasas más bajas a nivel nacional. Según datos del Semáforo Económico de la asociación civil México ¿Cómo vamos?, el estado lidera la lista de aquellos con la mayor pobreza laboral del país; al menos siete cada 10 trabajadores en Chiapas son informales.
El empleo que se genera en este territorio es precario, el salario es mínimo, más del 60 por ciento de la población no tiene acceso a la canasta básica alimentaria y más del 70 por ciento no cuenta con prestaciones ni seguro social.
Economistas coinciden en que la pobreza, el desempleo y la delincuencia están relacionados y son las principales causas de inseguridad en un país. Raúl Domínguez Molina, economista de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Campus Tuxtla, explicó que cuando ocurre una desaceleración económica hay un importante incremento de trabajos informales debido a los altos índices de despidos que esto trae como consecuencia.
Dado que las familias necesitan un ingreso económico para subsistir, se ven obligadas a emprender un negocio que no contempla prestaciones y servicios de salud.
Aunque la correlación que existe entre la pobreza y el desempleo es innegable, la relación entre variables económicas: violencia e inseguridad, continúa como un tema discusión entre economistas y politólogos, toda vez que es difícil asegurar que una variable dependa de la otra.
Lo que sí es un hecho —según declaraciones del economista— es que la consecuencia inmediata del desempleo es la pobreza, situación que es doblemente preocupante en un estado con los índices más altos de esta condición en el país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 54 mil 305 personas estaban desempleadas; 1.9 millones, ocupadas y de ellas, sólo el 43.6 por ciento trabaja como asalariadas.
«Como ciudadanos percibimos que en los últimos meses la delincuencia ha aumentado, estudios revelan que en condiciones económicas bajas, el individuo es más vulnerable de ser capturado por la delincuencia organizada o los delitos de alto impacto pero no necesariamente ocurre esto en todos los países o en todos los estados», dijo el especialista.
Destacó que quienes están en la cabeza de la familia, buscan todas las alternativas para no depender del gobierno y es así como el crimen se convierte en una vía fácil para dejar atrás la precariedad.
El Observatorio Laboral Mexicano de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social coloca a la entidad como la sexta con el salario más bajo del país; lo que perciben los chiapanecos es en promedio, 9 mil 184 pesos mensuales aproximadamente.
«La desigualdad propicia la violencia social, es decir, crea las condiciones para que aumente la cantidad de delitos pero esto tampoco significa que cada sujeto en situación de desigualdad social busca de inmediato delinquir».

Incrementan delitos de alto impacto

El más reciente reporte del Observatorio Ciudadano de Chiapas (Occh) revela que los delitos de alto impacto cobraron fuerza en el último trimestre.
En siete de los 10 delitos analizados por el Occh alcanza tasas que superan a la nacional, en específico en robos a casas, a negocios y a vehículos.
De acuerdo con el reporte sobre incidencia delictiva correspondiente al segundo trimestre de 2017, los robos de vehículo y a negocios fueron los que presentaron las tasas trimestrales más altas. Tuxtla Gutiérrez presentó su tasa mensual más alta de sustracción de automotores desde 2011; se denunciaron 166, de los cuales el 73.13 por ciento se registraron sin violencia; sin embargo, en este periodo de tiempo alcanzó su tasa trimestral más alta desde que se tiene registros municipales.
En lo correspondiente al robo a negocios, Chiapas presentó la segunda tasa histórica más alta desde 2009, superada solamente por el trimestre anterior comprendido entre enero y mayo de este año.
Por este delito, la entidad ocupa el lugar 26 entre los 32 estados del país con la mayor tasa de robo a casa a negocio por cada 100 mil habitantes; la menor tasa la presentó Yucatán 2.12 y la más alta Baja California con 69.18 registros.
La tasa de denuncias de robo a negocios en los 10 municipios más grandes de Chiapas es de 14.53 denuncias por cada 100 mil habitantes, 2.59 por ciento mayor que el mismo periodo del año 2016.
Raúl Domínguez Molina, economista de la EBC, destaca que los efectos del desempleo son muchos y en cada individuo generan desolación e incertidumbre, además, produce que las familias ingresen en cualquier tipo de pobreza, afectando su calidad de vida y mermando sus condiciones de seguridad social.

Austeridad en 2018

El economista vaticinó, ante la escena electoral de 2018, uno de los meses más difíciles para el estado.
«La autoridad que se viene es muy fuerte por la falta de recursos, ya lo vimos a principios de año y hace unas semanas, el gobierno recurrió a los despidos injustificados».
Además, dijo que el optimismo ya no es una opción; incluso con varios personajes con promesas que difícilmente cumplirán.
Sergei Lizama Ruiz, también economista de la EBC, señaló que la economía del estado se encuentra estancada y ante el recorte de casi 30 mil plazas en gobierno estatal, se augura que los niveles de consumo bajen 25 por ciento, lo que afectará a diversos sectores.
Las principales consecuencias del recorte masivo, de acuerdo con Lizama Ruiz, son en primer lugar, una tasa incontrolada de desempleo pues de permanecer en 2.8, podría superar los 4.2 por ciento; en segundo lugar, la pérdida de consumo, de adquisición de compra e incremento en el precio de los productos y servicios.
Ambos especialistas coincidieron en que la vía de la solución está en las inversiones, que exista alta participación de inversionistas locales y nacionales e impulsar a diversos sectores como el agroindustrial, que destaca por sus bajos rendimientos en los últimos años.

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