Cdigo Nucú / Cesar Trujillo

Rumbo al 24

Quienes creyeron que el 2024 sería un simple trámite para consolidar al Movimiento Regeneración Nacional en el país se equivocaron. La elección interna del instituto político que encumbró a Mario Delgado mostró ya otra pequeña fractura en los intereses de la militancia, lo cual podría cambiar el sentido de las cosas (como siempre pasa en política). Sobre todo cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) palomeó a Fuerza Social por México y a las Redes Sociales Progresistas como partidos políticos, y el Instituto Nacional Electoral les asignó ya sus propios recursos.
No es fortuita la llegada de ambos a la llamada democracia moderna de este país. Nunca en política nada lo es. Tampoco su postura alineada hacia los intereses del mandatario y la propia cuarta transformación. Menos cuando desde las dirigencias de estos institutos hablan de lealtad al Presidente y aluden al término de «la verdadera 4T», mostrando entre líneas que la que hay, la que abandera Morena, la que han cobijado en estos dos años, no es lo que esta nación requiere.
Ojo con ello porque aquí es donde brota nuevamente aquella sentencia condenatoria del propio López Obrador cuando dejó ver que estaba desencantado en lo que se estaba convirtiendo Morena. Incluso, el propio senador Ricardo Monreal hizo referencia tiempo atrás a la intencionalidad del mandatario de abandonar estas filas si siguen permeando otros intereses al interior del partido. Fue un golpe a la mesa para sacudir del platón de miel a las moscas, pero funcionó a medias. Lástima.
Y aquí es donde se debe remarcar, una vez más, que el gran error del movimiento guinda fue dar cabida a todos los políticos de todos los colores con todas sus mañas, ¡uf! Un gran error que hizo crecer esto que hoy parece un híbrido contaminado por todas las tribus e intereses personales, por el jaloneo y por todo aquello que se criticaba, se condenaba y que lastimó por años a los otros institutos políticos y al mismo sistema de partidos. Grosso error.
Porque si algo nos han enseñado en política es a leer entre líneas los discursos. Forma es fondo diría años atrás Jesús Reyes Heroles para sembrar de un tajo la idea de que cada comportamiento, cada gesto, cada actitud, cada ademán, cada palabra (sobre todo esto), conlleva una lectura propia y su significado. Porque para el sistema no existen casualidades. Ojo también aquí.
Por algo Gerardo Islas, presidente de la Asamblea Nacional de Fuerza Social por México, declaró que estarán sumándose con nuevos cuadros para acompañar en los tres años que restan al presidente López Obrador. Su postura lleva en sí su propia carga semántica y un mensaje firme. Sobre todo porque sabemos que detrás se encuentra la figura de Pedro Haces Barba (aunque algunos quieran mostrarlo ajeno a este proyecto) quien ha mantenido una relación cercana con el mandatario, y con varios integrantes del también llamado Grupo Zacatecas en donde figuran algunos chiapanecos.
Por ello, todos los desacuerdos, las faltas, los errores cometidos en Morena, serán capitalizados por estos dos nuevos partidos que llegan no sólo a ser contrapeso del PRI, el PAN y el PRD. No. También lo serán del propio movimiento que pusiera en marcha el Presidente. Los votos que moverán Fuerza Social por México y Redes Sociales Progresistas fueron, seguramente, sufragios que ayudaron al mandatario a tomar las riendas de este país con el seis de seis, pero ahora, rumbo al 2024, tejerán intereses diferentes en una ruta propia o, en su defecto, en la que indique AMLO. ¿Cuántos que llegaron por Morena abandonarán el barco más pronto de lo que canta un gallo y serán artífices de estas dos nuevas fuerzas? Ya veremos.
Porque pese a todo lo que se diga, pese a las justificaciones románticas que abanderan algunos, nada se mueve sin consentimiento del Presidente. Por ello no me llama la atención que hayan aprobado a estas dos nuevas fuerzas, aliadas de López Obrador, para que caminen desde el 2021 y vayan agarrando el músculo que se requiere cuando esta nación deba elegir a un nuevo mandatario. Quienes crean que no fue así se equivocan.
Lo grave de todo esto es que Morena no ha entendido algo sustancial: el proyecto de nación del que habla el mandatario no tiene que ver con el color guinda en sí, tampoco con las siglas guadalupanas o con el fervor que se ha ido desplomando en apenas dos años, lamentablemente, por la voracidad y la estulticia de algunos.
Deberían pensar en qué destino les espera si el mandatario decide cobijar otros colores, si los desprotege, si le resta el poder que creen tener. En política los castillos construidos en el aire se desmoronan para erigir otros con otros intereses en otras latitudes. Siempre ha sido así. La historia no miente y para la continuidad del proyecto lopezobradorista no se requiere una sola sigla o un solo color. Al fin de cuentas, como diría Raúl Velasco, aún hay más. Sí, siempre lo habrá.

Manjar

Sería importante que los militantes de Morena que han señalado fraude y compra de conciencias y votos en la elección de Mario Delgado (al mismo viejo estilo del priismo de antaño) pudieran documentar los hechos y ponerle nombre a los culpables. Porque se ha dicho que para esa campaña se desviaron miles de pesos de dependencias e, incluso, de los congresos locales en todo el país, lo cual sería grave. Las auditorías podrían revelar si en efecto fue cierto este señalamiento, es decir, si algunos diputados en la geografía mexicana se prestaron a este juego de manipulación que tanto se ha criticado. Vaya antesala rumbo al 2021 que estamos viendo. Nada fácil con un partido que habla de unidad y a su interior, su propia gente, señala corrupción. #OtraRayaMásAlTigre «Aléjate de mí. Mas sé que, para siempre, / he de estar en tu sombra. Ya nunca, solitaria, / irguiéndome en los mismos umbrales de mi vida / recóndita, podré gobernar los impulsos / de mi alma, ni alzar la mano como antaño, / al sol, serenamente, sin que perciba en ella / lo que intenté hasta ahora apartar: el contacto / de tu mano en la mía. Esta anchurosa tierra / con que quiso alejarnos el destino, en el mío / deja tu corazón, con latir doble. En todo / lo que hiciere o soñare estás presente, como / en el vino el sabor de las uvas. Y cuando / por mí rezo al Señor, en mis ruegos tu nombre / escucha y ve en mis ojos mezclarse nuestras lágrimas». Elizabeth Barret. #ElPoema // La recomendación de hoy: el libro Los instrumentos de la pasión de David Huerta y el disco Licensed to Ill de Beastie Boys. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

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