Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Los árboles y el bosque

Sin duda la frase; «los árboles no nos dejan ver el bosque», bien podría explicar lo que en el ámbito estatal está sucediendo cuando, sí cuando la vorágine de acontecimientos lo mismo el prolongado paro magisterial o el tema insoluble del transporte; o bien la falta de medicamentos en los nosocomios públicos que de inseguridad y otros, nos consumen. Así todo se concentra en atender problemas de contingencia o solo a observar la inmovilidad del gobierno ante lo evidente de falta de recursos y su sobrada incapacidad para gobernar. En cuanto a la vida municipal, en verdad, nada sabemos. Sí claro de la capital Tuxtla Gutiérrez o de La Perla del Soconusco; quizá de San Cristóbal incluso del lejano Comitán, pero muy poco en verdad de Villaflores, Ocosingo o Cacahoatán. De municipios como Salto de Agua o Tila, de Tzimol o Bella Vista y cien más, ni siquiera sabemos los nombres de sus presidentes municipales. Contradictorio por decirlo de alguna forma, resulta que de los municipios indígenas con alta marginación, pobreza y atraso, solo nos enteramos -y se ha convertido en una constante- por los conflictos y crueles enfrentamientos que suelen protagonizar. Para muestras Oxchuc, Chenalhó y el sanguinario pueblo de Chamula, que aunque suene fuerte etiquetarlo así, los hechos recién ocurridos que dieron como resultado el asesinato de su alcalde y otros más, no hacen más que remarcar el adjetivo empleado. Pero a qué viene tal reflexión si con trabajo atendemos los problemas propios de la comunidad que habitamos, menos que nos andemos ocupando por lo que les pasa a nuestros paisanos en Teopisca, Motozintla o Chilón, nada que ver. Pero no se crea no es tan fácil la cosa, porque lo que les pasa en Yajalón les importa a los de El Bosque y a los de Simojovel y nos debe de importar a todos y le voy a dar un ejemplo del por qué nos debe importar. El gobernador Manuel Velasco un día equis de una fresca mañana ye, realiza una gira de trabajo por la zona de la Costa, por ejemplo, y allí en cada municipio le montan todo un fastuoso escenario, haciéndose acompañar de una pléyade de funcionarios y políticos que solo sirven para legitimar el acto. Los invitados especiales no fallan en las giras apoteósicas vestidas de oropel y cuyos costos son a costa de todos nosotros. Me queda claro. Los que esperan bajo el inclemente sol o pertinaz lluvia son los mismísimos beneficiarios que recibirán de manos del gobernador, ya bien una su plantita o un su costal de fertilizantes, eso sí mediando la entrega de tamaño chequesote –literal- que magnifica con algunos ceros, el monto que dicha entrega representa para el magnánimo gobierno. Los taimados presidentes municipales hombres y ahora gracias a la equidad de género (ajá) mujeres, tienen como consigna reunir a los pobladores bajados a tamborazos o como sea para abarrotar la sombra de las calurosas carpas. Claro la torta (por cierto jodidas me han dicho) con su frutsi en ristre se saben obligados a aplaudir, ondear las banderolas y vitorear al príncipe. (Maquiavelo).
Así al cumplirse puntualmente estos rituales en los municipios de Chiapas, los alcaldes saben que no serán molestados y que gozarán de manga ancha para hacer lo que se les pegue la gana con los recursos públicos muchos o pocos, pero suficientes para salir de su pobreza material que no ni nunca de la espiritual y que, ante la lejanía geográfica y aun no la sea, sabedores del desprecio que les merecen de su gobernante, se dedican a enriquecerse con los diezmos que exigen a los constructores, los proveedores y de todo aquel que se deje y que quiera hacer «negocio» con su presidencia. Si así con la cercanía que municipios como Tuxtla Gutiérrez, capital del estado y enclavado en la sede misma de los poderes estatales nos han pasado la rata por las narices (viva el centro botón de muestra), imagínese usted lo que no ha de suceder en Chiapilla, La Concordia o Montecristo de Guerrero. ¡No pus estamos jodidos! Sí jodidos y no se crea que solo ellos los habitantes de esos municipios sino todos los chiapanecos. Porque de ahí se derivan las mayores causas de los conflictos. Ya ve en el despropósito que cayeron en este gobierno verde de pintarlo todo de ídem; está bien que quieran pintar las cosas de verde pero eso de querer hacerlo política y electoralmente en toda la entidad ya ve, resultó todo un despropósito, por no decir claro una verdadera estupidez. Y ahí tenemos municipios incendiados y confrontados por querer hacerlos a su imagen y color con los resultados violentos y criminales de Chenalhó y Chamula. Estamos pues, en el vórtice mismo de una confrontación final en la que todos perderemos. El gobierno de Manuel y Manuel mismo, no han entendido o no quieren hacerlo, que Chiapas desde hace rato se les fue entre las manos. O para ser más gráfico; Chiapas este hermoso pez multicolor cuyo hábitat natural es el agua, lo sacaron con las manos y apretaron tanto que se les escapó, precisamente, como pez de las manos. Ahora yace tirado y agonizando por lo que dependerá del propio gobernador si, lo deja morir o hace lo necesario para regresarlo a su hábitat natural que debe ser el de la democracia, el respeto y la dignidad. Y que nadie de sus gobernantes hasta hoy le ha dado. Concluiré porque ya me estoy poniendo cursi, cuando esto no es nada que pueda a uno inspirarlo; empero sí, tratar de contribuir a generar en más corazones posicionamientos y mejores acciones que le hagan saber a los que gobiernan, que nosotros mandamos y ellos deben de obedecer. Les quede claro. Así entonces; «los árboles no nos dejan ver el bosque». (Frase proverbial)

Ya de salida (#3de3)

1.- Da risa por no dar pena ajena, leer a algunos compas qué, ciertamente, contrario al desaparecido Divo de Juárez Juan Gabriel, gozan de excelente prosodia e inescrutable sintaxis (diría Nicolás Alvarado) en sus escritos, pero traslucen su pusilanimidad en sus conceptos oficialoides y ya nomás ¡papá! no le dicen al «Güero» Velasco. No citaré ningún nombre en específico porque son capaces de decir ¡presente! Lo que sí y que les quede claro, que lo que hoy se están embolsando en sus carteras repletas de ignominia y traición al pueblo de Chiapas, tarde que temprano se harán merecedores del desprecio del mismo. Son cabrones que se escudan en sus mullidos sillones giratorios y amplias oficinas que pagamos todos, por eso resultan más despreciables. Pero en fin, valga el comentario para que sepan que no pueden esconder su estulticia en autos lujosos climatizados y aunque polarizados, creen que la mirada ciudadana nos los alcanza a distinguir. El olor a mierda los delata. Me queda claro. ¡Salud cabroncitos! Arrieros somos y en el camino andamos…// 2.- Pasando a otro orden de ideas, pues resulta que el presidente magistrado del «honorable» Tribunal Electoral del estado un tal Arturo Cal y Mayor, salió como plañidera a decir que cerrará el changarro por falta de paga. Bueno al menos así se publicó en algunos sitios noticiosos digitales, con pelos y señales sobre la falta de ministración de recursos que por varios meses, la secretaría de Hacienda estatal, no les ha situado. Bueno ya ayer alguien de ese tribunal salió a desmentir la información. Cabe puntualizar que dicha información que circuló dando a conocer la falta de ministración de recursos y por ende la declaratoria de cierre parcial del tribunal, en ningún momento aparece el nombre del presidente del tribunal, aunque sí se ilustra con su foto. Como quiera que sea, esta evidencia no hace más que ratificar lo que es un hecho real y si no pregúntele a cualquier secretario del gabinete «Güerista» y le dirá, en voz baja, que no tienen ni con que limpiarse la cola. Me cae…// 3.- El senador Zoé Robledo tomó tribuna en el Senado, para hablar sobre el trabajo infantil aportando cifras y situaciones sobre lo que este problema representa en el país. Pero fue más allá al referirse con mucha puntualidad a lo que este fenómeno social que lo es y desgarrador, focalizando el tema en el sur sureste y clavó su mirada en Chiapas, incluso mostrando un cartel donde aparecía la foto de un niño «chiclerito» que, dijo, esta imagen debería estar en un museo pero representa la cruel realidad en la que viven 174 mil niños y niñas de la entidad. Zoé es un tipo que pese a sus detractores oficiosos y los oficiales, merecería mayor atención de la ciudadanía chiapaneca porque nos relata y lo hace desde tribuna, lo que a nuestro amado Chiapas aqueja y requiere de soluciones. No sé si le alcance, primero, a ser candidato de su partido o de una coalición, y de ahí, si le alcance ganar una elección para gobernador con estos órganos electorales que tenemos y un gobierno que a toda costa buscará cubrir su huida. Como sea el legislador chiapaneco, opinión personal, deberá al final de que todo acabe o cambie, sentirse satisfecho por lo dicho y hecho. Orgulloso, estoy convencido, está…// Me queda claro. Salu2 (Y escuchando a The Beatles ¡Yea!)

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *